La posibilidad de una ayuda del gobierno federal para los cubanos con Parole humanitario tiene con muchas esperanzas y también inquietudes a familiares que los patrocinaron y a los beneficiarios, quienes siguen llegando a la oficina de asistencia social del Servicio Mundial de Iglesias en el Doral, para aplicar a este trámite.
Una de las grandes preocupaciones sobre esta ayuda del gobierno tiene relación con un programa federal establecido desde hace años y aún vigente: el cubano-haitiano.
Y es sobre cómo podría afectar a los familiares que patrocinaron a los recién llegados.
Directivos de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados, donde están disponibles estos fondos federales, creen que no debería haber problemas en este sentido.
Carlos Naranjo, manager de este programa en la oficina del Servicio Mundial de Iglesias en el Doral, explica por qué no hay una cifra fija de ayuda para cada cubano con parole humanitario que aplique a estos fondos de apoyo económico, de los que se habla de unos 400 dólares mensuales, sellos de alimentos y Medicaid por al menos ocho meses.
Muchos de los cubanos entrevistados en esta oficina del Servicio Mundial de Iglesias en el Doral lo que más afirman esperar es la posibilidad de obtener lo más rápido posible un permiso de trabajo.
Otros parecen preferir sobre todo en un principio el acceso a una ayuda médica con el Medicaid en este programa.