La situación de los inmigrantes cubanos en Estados Unidos continúa siendo incierta.
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SUSCRIBITELa presión migratoria sigue en aumento en el país, con más de 380.000 cubanos que actualmente tienen un formulario I-220A tras haber entrado por la frontera sur
La situación de los inmigrantes cubanos en Estados Unidos continúa siendo incierta.
En las últimas semanas, tres cubanos con estatus migratorio I-220A fueron detenidos por agentes de ICE en distintos puntos del país, lo que ha generado preocupación en la comunidad cubana, donde más de 380.000 personas se encuentran actualmente bajo este formulario tras haber ingresado por la frontera sur.
Uno de los casos más controversiales es el de Yasmani Guía Pablo, arrestado en Round Rock, Texas, mientras trabajaba como conductor de la aplicación Lyft. Según el oficial de tránsito que lo detuvo, el cubano conducía bajo la influencia de alcohol.
Sin embargo, su esposa desmintió esta versión y aseguró que se trató de un malentendido, ya que Yasmani no consume bebidas alcohólicas y es un cristiano activo, además de compositor de música para su iglesia.
De acuerdo con su testimonio, el policía habría actuado tras recibir un reporte anónimo que lo señalaba de haber bebido con amigos antes de salir a trabajar. No obstante, al momento de la detención únicamente se le aplicó una prueba de coordinación ocular —conocida como “prueba de la pluma”— sin realizarle un examen de alcoholemia.
Tras descubrir que no tenía residencia legal y solo contaba con un I-220A, fue entregado a un centro de detención de ICE en San Antonio.
El caso de Yasmani no es el único. El pastor Michel Roque fue arrestado después de asistir a una cita rutinaria en la corte, a pesar de que su caso migratorio tiene audiencia programada recién en 2027. De igual forma, Rubén del Valle fue detenido tras la desestimación de su caso en febrero, a pesar de no contar con antecedentes penales.
La ola de arrestos coincide con la decisión del gobierno estadounidense de reactivar la exigencia de datos biométricos a los inmigrantes bajo el estatus I-220A. El objetivo, según las autoridades, es actualizar los registros criminales y verificar antecedentes.
El abogado de inmigración Ismael Labrador advirtió que esta medida podría derivar en la deportación de quienes no logren validar su historial criminal, y en procesos más estrictos para aquellos que sí cumplan con la ley. Además, aclaró que no asistir a las citas de huellas puede interpretarse como una violación migratoria, lo que complica aún más las posibilidades de regularizar el estatus legal en el futuro.
Mientras tanto, la comunidad cubana en Estados Unidos observa con preocupación cómo las detenciones de inmigrantes con I-220A se intensifican, reflejando un escenario cada vez más complejo para quienes buscan estabilidad y un camino hacia la residencia legal.
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