Washington, D.C. – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó este miércoles a la fiscal general, Pam Bondi, iniciar una investigación sobre el presunto uso indebido de un bolígrafo automático (autopen) por parte del expresidente Joe Biden para firmar indultos y órdenes ejecutivas, así como un posible encubrimiento de su deterioro cognitivo por parte de su administración.
La instrucción surge en un contexto donde varios legisladores republicanos vienen cuestionando desde hace más de un año la frecuente aparición de la firma de Biden en documentos oficiales, a pesar de las crecientes dudas sobre su salud mental en el tramo final de su mandato.
En un memorando oficial, Trump exigió que se investigue si “ciertos individuos conspiraron para engañar al público sobre el estado mental de Biden y ejercer inconstitucionalmente las responsabilidades del presidente”.
El documento sostiene que, aun cuando la capacidad cognitiva de Biden mostraba signos visibles de deterioro, su firma seguía figurando en documentos clave de la Casa Blanca, incluyendo decretos con importantes cambios de política y indultos presidenciales sin precedentes.
“Esta conspiración representa uno de los escándalos más graves y preocupantes de la historia de Estados Unidos”, declaró Trump.
“El pueblo estadounidense fue deliberadamente mantenido en la oscuridad sobre quién ejercía realmente el poder ejecutivo, mientras la firma del presidente Biden aparecía en miles de documentos que transformaban la política nacional”, añadió.
La directiva presidencial instruye al equipo de la fiscal general a indagar si los asesores y funcionarios de alto nivel colaboraron para ocultar el estado mental y físico del exmandatario, si existió algún acuerdo para manipular o desestimar grabaciones que evidenciaran su condición, quién autorizó el uso del autopen y en qué documentos se aplicó este método.
El uso del autopen —un dispositivo automatizado que replica firmas— no es nuevo en la política estadounidense y ha sido utilizado en administraciones previas para firmar documentos cuando el presidente se encuentra fuera de Washington. Sin embargo, en este caso, la administración Trump argumenta que su uso pudo haber sido parte de una estrategia para ocultar la incapacidad de Biden para ejercer el cargo en sus últimos meses.
Hasta el momento, ni Biden ni sus excolaboradores han emitido comentarios públicos sobre la orden de investigación. Se espera que el Departamento de Justicia, bajo la dirección de Bondi, anuncie en los próximos días los primeros pasos de la pesquisa.