La hermana del exministro Alejandro Gil detalla por primera vez cómo fue reclutada bajo el seudónimo “Loipa” y cómo operan las estructuras de vigilancia e inteligencia dentro de la Isla.
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SUSCRIBITEMaría Victoria Gil, hermana del exministro Alejandro Gil, revela que fue agente de la Seguridad del Estado en Cuba bajo el seudónimo “Loipa” y detalla cómo operan las redes de vigilancia y el tráfico ilegal de arte en la Isla
La hermana del exministro Alejandro Gil detalla por primera vez cómo fue reclutada bajo el seudónimo “Loipa” y cómo operan las estructuras de vigilancia e inteligencia dentro de la Isla.
María Victoria (Vicky) Gil Fernández, hermana del exministro de Economía Alejandro Gil Fernández, confesó públicamente que trabajó como agente de la Seguridad del Estado de Cuba, una experiencia que describe como breve, tensa y nunca voluntaria.
Durante una entrevista con el periodista Mario J. Pentón, la también presentadora —conocida por su etapa en el programa oficialista De La Gran Escena— aseguró que fue reclutada mientras trabajaba en la televisión estatal. Su nombre operativo dentro del aparato de inteligencia era “agente Loipa”.
Según explicó, su tarea principal consistía en vigilar el tráfico de obras de arte en Cuba, un sector históricamente marcado por redes ilícitas, corrupción institucional y complicidades internas.
Vicky Gil afirmó que su participación la llevó a conocer procedimientos confidenciales, reuniones encubiertas y operaciones organizadas desde casas habilitadas por el Ministerio del Interior para labores de inteligencia.
“Era un mundo donde todo se manejaba con secretismo, información encriptada y decisiones tomadas lejos de cualquier transparencia”, relató.
La hermana del exministro detalló que estas llamadas “casas operativas” eran espacios donde la Seguridad del Estado coordinaba investigaciones, manipulaba expedientes y ejecutaba estrategias de vigilancia.
Aunque su rol no fue prolongado, pudo observar cómo se estructuraban las operaciones, especialmente aquellas vinculadas al mercado ilegal de arte, una actividad que se ha fortalecido en Cuba desde los años 90.
El contrabando de arte cubano ha sido una práctica persistente desde la década del 90, coincidiendo con la apertura económica, el auge del turismo y la falta de controles eficientes.
Entre los casos más sonados destacan:
La incautación a un extranjero de cientos de obras cubanas, varias robadas de instituciones oficiales.
El robo de pinturas del Museo Nacional de Bellas Artes en 2014, muchas de las cuales terminaron en el mercado artístico de Miami.
Aunque para sacar arte del país se requiere un certificado que acredite la falta de valor patrimonial, las redes ilegales continúan operando con apoyo de figuras dentro de instituciones culturales.
Vicky Gil también abordó los métodos mediante los cuales la Seguridad del Estado selecciona y captura colaboradores.
Según su experiencia, el reclutamiento se basa en la presión, el control ideológico y la identificación de vulnerabilidades personales, más que en procesos formales.
Los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) —afirmó— han sido pieza clave para detectar a posibles colaboradores a nivel comunitario y vigilar la disidencia interna.
La estructura moderna del aparato represivo se consolidó tras la promulgación de la Ley 940 de 1961, que estableció el Departamento de Seguridad del Estado, brazo fundamental del régimen para reprimir oposición y ejecutar labores de inteligencia.
Las revelaciones de María Victoria se producen mientras continúa la polémica en torno al juicio por espionaje contra su hermano Alejandro Gil, proceso que ella misma denuncia como manipulado y dirigido desde las altas esferas del poder, señalando directamente al primer ministro Manuel Marrero Cruz.

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