El gobierno cubano ha impuesto un bloqueo total a las divisas de empresas extranjeras y representaciones diplomáticas radicadas en la isla, impidiendo la extracción y transferencia de fondos al exterior.
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SUSCRIBITECuba congela las divisas de empresas extranjeras y diplomáticos, imponiendo un “corralito” financiero total. Crecen las denuncias y el temor entre inversores
El gobierno cubano ha impuesto un bloqueo total a las divisas de empresas extranjeras y representaciones diplomáticas radicadas en la isla, impidiendo la extracción y transferencia de fondos al exterior.
La medida, descrita por analistas como un “corralito financiero silencioso”, profundiza la crisis de liquidez y genera incertidumbre entre inversores internacionales.
Según información confirmada por agencias internacionales, entre ellas EFE, el gobierno de Miguel Díaz-Canel comunicó a las compañías extranjeras que no podrán retirar ni transferir al exterior las divisas depositadas en bancos cubanos.
La decisión afecta por igual a firmas privadas, consorcios mixtos, empresas de servicios y compañías con décadas de operaciones en la isla.
Esta política constituye, de facto, un corralito financiero, ya que los inversionistas pierden el control inmediato sobre sus propios fondos en moneda libremente convertible.
Como “solución”, el gobierno está proponiendo la apertura de cuentas “reales”.
Estas solo pueden ser alimentadas con divisas enviadas desde el exterior y, en teoría, permiten realizar transferencias internacionales y retiros en efectivo.
Sin embargo, varias empresas denunciaron que estas cuentas también presentan problemas, especialmente para:
Extraer divisas en efectivo
Repatriar ganancias
Ejecutar pagos urgentes en el exterior
Fuentes empresariales citadas por EFE aseguran que los bancos cubanos no están garantizando disponibilidad real de divisas, incluso en estas nuevas modalidades.
No solo las empresas están afectadas.
En una reunión reciente en la Cancillería cubana, el cuerpo diplomático acreditado en La Habana fue notificado de que enfrentarán un mecanismo similar de control de divisas.
Los diplomáticos conocieron que:
Se anunciará una fecha futura a partir de la cual solo las divisas ingresadas después de ese día podrán retirarse.
No se garantiza la disponibilidad de los fondos anteriores.
Esta medida podría afectar operaciones consulares, mantenimiento de sedes y logística de embajadas.
En abril, EFE había informado que Cuba ya estaba aplicando estas restricciones a varias empresas seleccionadas.
Con el anuncio reciente, el gobierno simplemente generaliza la medida y la extiende a todos los actores extranjeros en el país.
En julio, el gobierno de Estados Unidos publicó una advertencia oficial para los inversores internacionales, calificando el entorno económico cubano como un “sistema amañado para beneficiar al régimen y sus allegados”.
Según el Departamento de Estado:
Cuba no está “abierta para los negocios”, sino diseñada para favorecer a los compinches del régimen.
Las empresas extranjeras se ven obligadas a operar en empresas mixtas donde el Estado controla al menos el 60 % de las ganancias.
El resto de las utilidades queda retenido en cuentas bancarias y, en muchos casos, nunca es entregado a los socios extranjeros.
El régimen acumula un historial de impagos, renegociaciones forzadas y manipulación contractual.
La expansión del “corralito” financiero agrava la ya delicada situación para los inversionistas en Cuba.
Empresas consultadas advierten que:
Se paralizan operaciones de importación
Se comprometen pagos a proveedores
Aumenta el riesgo de insolvencia involuntaria
Se dificulta la continuidad de proyectos estratégicos
El bloqueo de divisas representa uno de los golpes más duros para la credibilidad económica del país en años recientes.

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