Después de verse envuelto en una polémica por un tiroteo en Miami, Santiago Rivero Morales, conocido como Santy Ogbetua, ha regresado a Cuba y ha jurado ante el Abakuá.
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SUSCRIBITEDespués de verse envuelto en una polémica por un tiroteo en Miami, Santiago Rivero Morales, conocido como Santy Ogbetua, ha regresado a Cuba y ha jurado ante el Abakuá.
El babalawo cubano, quien ha sido vinculado con Sandro, nieto de Fidel Castro, y otras figuras clave del régimen, compartió la noticia a través de su cuenta de Instagram, donde expresó su agradecimiento a aquellos que lo han apoyado en su camino.
Refiriéndose a ellos como "ahijados y compadres", escribió:
"Lejos de crecer con una figura paterna, con una madre que tuvo que ser padre al mismo tiempo. Me fui forjando con dos tutores en mi vida, como Manolo y mi padrino Yasmani Correa.
En todo este tiempo solo he querido dar lo mejor de mí; como hombre, como hijo y como hermano. Hoy juré en el mismo lugar donde me presenté hace 15 años".
Tras este anuncio, miembros de la Sociedad Secreta Abakúa en Miami han lanzado fuertes críticas contra Santiago Rivero Morales, conocido como Santy Ogbetua, argumentado que el santero cubano no cumple con los requisitos mínimos para jurarse en esta religión, incluso denunciaron que tuvo que pagar hasta 10 mil dólares para ser aceptado.
El Abakuá, una sociedad secreta exclusiva para varones, tiene sus raíces en los esclavos negros llegados de Calabar o Carabalí (Nigeria actual) alrededor de 1820. A lo largo del tiempo, ha atraído a personas de diferentes orígenes étnicos y sociales en Cuba, incluyendo negros, mulatos e incluso blancos humildes, debido a condiciones económicas y necesidades de mano de obra.
Los rituales del Abakuá se llevan a cabo en templos ubicados en varios municipios de Cuba, incluyendo Guanabacoa, Marianao, Regla, San Miguel del Padrón, Cárdenas y Matanzas. La jerarquía en esta sociedad incluye a roles como el aspirante "indisime", el iniciado "obonekué" y el "plaza", que desempeña funciones importantes para garantizar el cumplimiento de normas rituales y sociales.
La membresía en el Abakuá está restringida a varones heterosexuales, y se espera que sus miembros reflejen dignidad humana, laboriosidad, fraternidad y cumplimiento del código moral establecido por los antepasados abakuá. Ser buen padre, hijo, hermano y amigo es considerado esencial por los integrantes de esta sociedad, tal como lo destacó Rivero Morales en su publicación.
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