La iniciativa, cuyos opositores describen como la ley del “no digas gay”, pasa ahora al despacho del gobernador Ron DeSantis, que se espera la sancione.
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SUSCRIBITELa iniciativa, cuyos opositores describen como la ley del “no digas gay”, pasa ahora al despacho del gobernador Ron DeSantis, que se espera la sancione.
La ley ha sido resistida a pie firme por el movimiento LGBTQ, estudiantes, dirigentes demócratas, la Casa Blanca y el mundo del espectáculo, y ha enfocado la atención en la Florida, donde los republicanos promueven legislaciones políticamente divisivas y DeSantis se proyecta como posible candidato a la presidencia en el 2024.
“Lo que deberíamos estar haciendo es enseñar acerca de la tolerancia, el cariño, el amor, a combatir la discriminación y la intolerancia”, expresó la senadora demócrata Tina Polsky. “Dígame si esta ley hace eso. Dígame cómo ayuda a formar adultos generosos, tolerantes. No lo veo. Veo exactamente lo contrario”.
La ley estipula: “No puede haber instrucción de parte del personal de las escuelas o de terceros acerca de la orientación sexual o la identidad de género desde el jardín de infantes hasta el tercer grado o de una forma que no es apropiada para esas edades o ese nivel de desarrollo”
Los padres podrán demandar a los distritos electorales si perciben violaciones a esa ley.
El representante republicano Joe Harding, que patrocinó la medida, y otros legisladores republicanos de la Florida dicen que estas cosas deben ser habladas con los padres, no con los maestros. La ley no prohíbe conversaciones espontáneas acerca de la orientación sexual o la identidad de género en las escuelas sino que busca evitar que el tema pase a ser parte del programa de estudios, según Harding y otros partidarios de la ley.
Los demócratas, no obstante, dicen que el lenguaje de la ley es ambiguo y se presta para que cualquier conversación sobre estos temas pueda dar pie a demandas de los padres, creando una atmósfera en la que los maestros preferirán evitar de ellos.
Decenas de estudiantes y activistas han irrumpido en reuniones para hablar sobre el proyecto, gritando consignas como “¡decimos gay!”.
“Fallamos como legislatura si cientos de chicos promueven a gritos sus derechos y no puedes ofrecerle a un chico de quinto, sexto u octavo grado una simple definición de la ley”, afirmó el senador demócrata Jason Pizzo.
El presidente Joe Biden tildó la ley de “odiosa” y el secretario de educación Miguel Cabrera, tras su aprobación el martes, emitió un comunicado en el que dice que en la Florida “priorizan proyectos odiosos que hacen mal a los estudiantes más necesitados”.
“El Departamento de Educación ha dejado en claro que todas las escuelas que reciben fondos federales deben acatar las leyes federales sobre derechos civiles, incluidas las protecciones Title IX contra la discriminación basada en la orientación sexual y la identidad de género”, escribió Cardona.
FUENTE: Associated Press
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