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SUSCRIBITEDavid Knezevich, quien estaba acusado del asesinato de su esposa Ana María Henao, fue hallado sin vida dentro de su celda, informaron las autoridades. "Es un cruel insulto final que nunca podamos recuperar los restos de Ana ni conocer la magnitud de la traición que sufrió", dijo la familia de Henao
MIAMI, Florida — David Knezevich, empresario de 36 años acusado del secuestro y asesinato de su esposa Ana María Henao, fue encontrado sin vida en su celda dentro de una prisión federal donde permanecía recluido desde mayo de 2024. Las autoridades confirmaron que se trató de un suicidio.
La familia de Henao, devastada por la noticia, emitió un comunicado en el que lamentó no poder conocer nunca el paradero del cuerpo de Ana ni la dimensión completa de los hechos. “El suicidio del asesino de Ana cierra un capítulo doloroso en nuestras vidas, anteriormente marcado por el temor de que no enfrentara la justicia”, señalaron. “Es un cruel insulto final que nunca podamos recuperar sus restos ni conocer la magnitud de la traición que sufrió. Aun así, seguimos comprometidos con la búsqueda de la verdad y la justicia para Ana”.
Por su parte, el equipo legal de Knezevich expresó su conmoción por el fallecimiento y pidió que se lleve a cabo una investigación exhaustiva sobre lo ocurrido.
David Knezevich había sido acusado formalmente por un gran jurado federal en Miami de secuestro con resultado de muerte, violencia doméstica y asesinato de una ciudadana estadounidense en el extranjero. La desaparición de Ana María Henao ocurrió en febrero de 2024 en Madrid, España, y desde entonces, su cuerpo no ha sido localizado.
De acuerdo con la investigación, Knezevich habría viajado desde Miami hasta España con la intención de atacar a su esposa, con quien mantenía una relación íntima. El caso tomó fuerza cuando se presentaron pruebas de que el acusado fue captado en video comprando materiales utilizados para cubrir las cámaras de seguridad del edificio donde vivía Henao en Madrid.
Además, se reveló que Knezevich viajó desde Serbia hacia Madrid en un automóvil rentado al que le colocó matrículas robadas, lo que permitió evadir controles por un tiempo. A pesar de los intensos esfuerzos de búsqueda en España y Francia, el cuerpo de Ana María nunca fue encontrado.
El caso, que había generado gran conmoción tanto en Estados Unidos como en Europa, queda ahora marcado por la incertidumbre y el dolor de una familia que aún clama por respuestas.
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