Polk, Florida — Las autoridades del condado de Polk, en colaboración con el condado de Osceola, anunciaron este viernes la desarticulación de una célula criminal vinculada al Tren de Aragua, una peligrosa banda de origen venezolano que ha expandido su influencia en varios países de América Latina y, más recientemente, en Estados Unidos.
Cinco personas fueron detenidas en el marco de esta operación, todas presuntamente involucradas en más de 30 robos a tiendas minoristas en la región central del estado de Florida. Según detalló la Oficina del Alguacil del Condado de Polk, los delitos se distribuyen en al menos cinco distritos judiciales, y las pérdidas acumuladas superan los 30.000 dólares.
Ingresos irregulares y antecedentes criminales
De acuerdo con las autoridades, todos los arrestados se encuentran ilegalmente en el país. Cuatro de ellos ingresaron sin autorización a través de la frontera, mientras que uno habría llegado de forma legal pero excedió el tiempo permitido por su visa.
Entre los detenidos se encuentran perfiles diversos y llamativos: uno de los sujetos está vinculado a un homicidio en el estado de Nuevo México, otro fue en su momento prospecto de las ligas menores de béisbol de los Detroit Tigers, y el resto son exresidentes de ciudades como Denver, Colorado, e Illinois.
Las autoridades no han revelado por el momento los nombres de los implicados, ya que la investigación continúa abierta y podrían realizarse más arrestos en los próximos días.
Operativo coordinado
El sheriff del condado de Polk, Grady Judd, aseguró que esta operación demuestra el compromiso de las agencias locales para frenar la actividad de organizaciones criminales internacionales en Florida. “Estos delincuentes estaban organizados, eran móviles y operaban con una logística clara para delinquir en múltiples jurisdicciones. Pero ahora están fuera de las calles”, declaró.
Las autoridades señalaron que la célula actuaba con rapidez y planificación, enfocándose en tiendas minoristas y utilizando vehículos robados o alquilados para desplazarse de un condado a otro.
El caso ha reavivado el debate sobre el impacto de las bandas criminales transnacionales en Estados Unidos y los desafíos que enfrentan las autoridades migratorias y locales para contener su avance.