Durante la audiencia de este miércoles, la acusada no expreso ningún tipo de emociones, ni siquiera al escuchar que no tenía derecho a fianza.
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SUSCRIBITEDurante la audiencia de este miércoles, la acusada no expreso ningún tipo de emociones, ni siquiera al escuchar que no tenía derecho a fianza.
Jellisa Amoya Baxter, de 24 años, fue acusada asesinato en primer grado y abuso infantil agravado por el homicidio de su hija de tres años.
El hecho ocurrió este martes en un edificio residencial ubicado en la avenida 10 y la calle 163 del noreste en North Miami Beach.
Según el informe de arresto, la mujer llamó al 911 para confesar el crimen y cuando las autoridades entraron al apartamento, encontraron a la acusada en la sala vistiendo una bata blanca junto al arma homicida y muy cerca del cuerpo de la pequeña, quien tenía varias heridas profundas de arma blanca en el pecho, el cuello y la cara.
Tras la lectura de los cargos, la jueza le informó a la acusada que volvería a presentarse en la corte en 21 días.
En su biografía de la red social Instagram, Jellisa Baxter se describe a sí misma como madre, entrenadora de salud y defensora del amor propio y la salud mental.
Su perfil está lleno de fotos de ella, de sana alimentación y en su última publicación reflexionaba sobre ser agradecido.
“Podemos especular que quizás ella estuviera sufriendo de un trastorno de personalidad, que puede ser un trastorno límite, algún tipo de enfermedad mental, un desequilibrio no detectado, también algún tipo de depresión postparto, y la llevaron a cometer este acto”, dijo Cristina Balinotti, psicóloga y especialista en temas de familia.
Se conoció que la mujer de origen jamaiquino estaba desempleada y había recibido una orden para desalojar el apartamento el pasado 15 de diciembre.
Una vecina, quien pidió resguardar su identidad, informó que desde los pasillos se escuchaba a la pequeña gritar y llorar frecuentemente.
“Ella maltrataba mucho a su hija, no sé qué pasaría, pero mi hijo jugaba con ella y vio muchas cosas raras ahí cuando la iba a visitar, la del segundo piso escuchó cómo lloraba la niña, pero nunca pensamos…”, dijo la vecina.
Los sicólogos y especialistas recomiendan estar atentos a señales de personas que pudieran presentar comportamientos atípicos.
“Sobre todo en casos donde no hay un soporte familiar, esta mujer estaba sola, nadie lo podía detectar, solo quedaban los vecinos”, agregó Cristina Balinotti, psicóloga y especialista en temas de familia.
La policía también informo que la mujer no tenía ningún antecedente penal previo.
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