Félix Arrebato Blanco, un cubano que llegó a Estados Unidos durante el éxodo del Mariel en 1980, se encuentra detenido en el centro migratorio Alligator Alcatraz, en los Everglades (Florida), a la espera de ser deportado por sus antecedentes penales, según confirmó el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Arrebato Blanco, quien cuenta con residencia permanente en EE.UU., fue arrestado el pasado 2 de noviembre y actualmente permanece bajo custodia de ICE.
Las autoridades estadounidenses lo describieron como parte de “lo peor de lo peor”, una clasificación reservada para inmigrantes con historiales delictivos graves considerados una amenaza para la seguridad pública.
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Antecedentes criminales y proceso de deportación
De acuerdo con el comunicado de ICE, el migrante cubano fue condenado por abuso sexual de menores, portación oculta de armas y no registrarse como delincuente sexual.
Pese a haber sido beneficiario del refugio humanitario que EE.UU. otorgó a más de 125,000 cubanos durante el éxodo del Mariel, las autoridades aseguraron que “desperdició su oportunidad” de rehacer su vida en el país.
ICE recordó que la llegada de Arrebato Blanco ocurrió en el contexto de la migración masiva de disidentes cubanos que huían de la represión del régimen de Fidel Castro. Sin embargo, también reconoció que entre los refugiados del Mariel hubo expresidiarios y personas liberadas de instituciones penitenciarias o psiquiátricas, enviadas deliberadamente por el gobierno cubano.
“Alligator Alcatraz”, el centro donde espera su expulsión
El cubano se encuentra actualmente en el centro de detención Alligator Alcatraz, ubicado en los Everglades, donde permanecen migrantes con antecedentes penales mientras se procesan sus órdenes de deportación.
Su caso se suma al de otros cubanos llegados en el Mariel que recientemente han sido arrestados y enfrentan expulsión definitiva por delitos graves, como posesión de drogas o agresiones violentas.
Deportaciones y política migratoria bajo Trump
Los arrestos y deportaciones de inmigrantes con condenas previas se enmarcan en la estrategia migratoria de la administración de Donald Trump, que ha endurecido el control fronterizo y las expulsiones de extranjeros con antecedentes criminales.
Amparada en un fallo de la Corte Suprema, ICE ha deportado a cientos de migrantes a terceros países, en los casos donde sus naciones de origen se niegan a recibirlos.
Organizaciones de derechos humanos han denunciado que algunos de esos destinos —como Sudán del Sur, Ruanda o Esuatini— ponen en riesgo la vida e integridad física de los deportados.
Cuba rechaza recibir a migrantes con antecedentes
El gobierno de La Habana mantiene su negativa a aceptar de regreso a ciudadanos con antecedentes penales en Estados Unidos o que abandonaron el país antes de los acuerdos migratorios de 2017.
Esa postura ha obligado a Washington a reubicar a deportados cubanos en terceros países o mantenerlos detenidos por tiempo indefinido mientras se gestiona su expulsión.
Según cifras oficiales del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), más de 42,000 cubanos tienen órdenes finales de deportación emitidas por ICE, aunque solo una parte ha podido ser efectivamente devuelta a la Isla.
El pasado jueves, un vuelo de deportación trasladó a 232 cubanos a La Habana, como parte de la décima operación aérea desde que Trump asumió la presidencia.
En total, 1,231 migrantes cubanos han sido deportados desde enero hasta noviembre de 2025.