Reunidos frente al icónico restaurante Versailles, un centenar de afectados por la reciente decisión de un Tribunal de Apelaciones, que determinó que la I-220A no es un parole, ni se considera una entrada legal a EEUU, pidieron a las autoridades que les permitan ajustar su estatus y obtener la residencia estadounidense bajo la Ley de Ajuste Cubano.