Dice un refrán que la necesidad es la madre de todos los inventos.
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SUSCRIBITEDice un refrán que la necesidad es la madre de todos los inventos.
Y necesidad de un vehículo era la que tenía Yasser Blanco, un cubano que lleva menos de dos años en Estados Unidos.
Por eso, cuando vio que unos parientes iban a vender como chatarra por 200 dólares un Ford Explorer del 2006, totalmente destruido después de un choque, decidió repararlo y dejarlo como nuevo.
Blanco dice ser fanático de los autos y sabía cómo chapistear un carro, aunque muchos en su familia le dijeron que era una locura y aquí valía más la pena comprar uno nuevo, que reparar ese viejo.
“Resulta ser que llegué a este gran país un día 7 de Julio de 2019, y el mismo día que llegué la mamá de mi primo chocó este carro”, relata el cubano en la página del grupo de Facebook “Amigos del Motor”.
“Cuando vi que el carro lo iban a vender para chatarra por 200 dólares, yo dije asombrado, ¿en serio? Na’, ustedes se están burlando de mí porque estoy acabado de llegar”.
Tanto insistió Yasser, que su familia le acabó regalándole el Explorer.
“Pero no sin antes decirme loco y bla bla bla.. porque cómo iba un recién llegado a chapistear un carro y que eso era tremenda candela y que aquí no se estila eso, pues bueno, como todo buen cubano tarequeador de riquimbilis y almendrones, decidí, después de tenerlo tres meses bajo, un árbol meterle mano y lograr mi resultado”, dijo Blanco, cuyo próximo proyecto es armar un Chevrolet Bel-Air de 1957.
FUENTE: redacción de americateve.com
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