Un día antes del Supermartes, los jueces dictaminaron que los estados no pueden invocar una disposición constitucional posterior a la Guerra Civil para impedir que los candidatos presidenciales aparezcan en las boletas. Ese poder reside en el Congreso, escribió el tribunal en una opinión no firmada.
Trump publicó un mensaje en mayúsculas en su red social poco después de que se dio a conocer la decisión: “¡Una gran victoria para Estados Unidos!”.
El resultado pone fin a los intentos en Colorado, Illinois, Maine y otros lugares de sacar de la boleta electoral a Trump, el favorito para ganar la nominación de su partido, debido a sus intentos de revertir su derrota en las elecciones de 2020 ante el demócrata Joe Biden. Tales intentos culminaron con el asalto del 6 de enero de 2021 a la sede del Congreso.
La secretaria de gobierno de Colorado, Jena Griswold, expresó desilusión por el fallo del tribunal al tiempo que confirmó que “Donald Trump es un candidato elegible para las primarias presidenciales de Colorado de 2024”.
El caso de Trump fue el primero en la Corte Suprema que abordó la 14ta enmienda constitucional que se adoptó después de la Guerra Civil para impedir que algún exfuncionario que “haya tomado parte en alguna insurrección” volviera a ocupar un cargo público.
La Corte Suprema de Colorado, en un fallo sin precedentes, había dictaminado que la cláusula, llamada Sección 3, sí podía aplicarse a Trump porque, según determinó la corte, incitó el asalto contra el Capitolio. Nunca antes un tribunal había aplicado la Sección 3 a un candidato presidencial.
Los jueces eludieron el tema de la insurrección en sus opiniones del lunes, pero algunos de los críticos de Trump señalaron que el silencio del tribunal en la materia es una especie de triunfo, porque la corte no absolvió al expresidente de su responsabilidad por la revuelta en el Capitolio.
El tribunal ratificó que los estados pueden excluir a los candidatos de cargos estatales. “Pero los estados no tienen poder bajo la Constitución para hacer cumplir la Sección 3 con respecto a los cargos federales, especialmente la presidencia”, escribió el tribunal.
Si bien los nueve magistrados de la Corte Suprema coincidieron en que Trump debería permanecer en la boleta, hubo un fuerte disenso por parte de los tres magistrados liberales, y un disenso algo menor por parte de la jueza conservadora Amy Coney Barrett, en cuanto a que sus colegas fueron demasiado lejos al determinar qué debe hacer el Congreso para descalificar a alguien de ejercer un cargo federal.
Las juezas Sonia Sotomayor, Elena Kagan y Ketanji Brown Jackson dijeron que están de acuerdo en que dejar en pie la decisión de Colorado podría crear “una aplicación caótica estado por estado”, pero aclararon que no están de acuerdo con la decisión de la mayoría de que sólo se puede descalificar una candidatura tras labores legislativas. “Este día, la mayoría va más allá de las necesidades de este caso para limitar cómo es que la Sección 3 puede impedir que un insurrecto rompejuramentos se convierta en presidente”, escribieron las tres juezas en una opinión conjunta.
De momento se desconoce si el fallo deja abierta la posibilidad de que el Congreso se pueda rehusar a certificar la elección de Trump o de cualquier otro candidato presidencial si considera que hubo una violación a la Sección 3.
Derek Muller, profesor de derecho en la Universidad Notre Dame, dijo que “parece que no”, y destacó que los liberales se quejaron de que el fallo de la mayoría excluye cualquier otra vía para que el Congreso aplique la disposición. Rick Hasen, profesor de derecho en la Universidad de California, campus Los Ángeles, escribió que los límites al Congreso son frustrantemente ambiguos.
Hasen fue uno de los que pidió al tribunal que resolviera el caso para que no existiera el riesgo de que el Congreso rechazara la candidatura de Trump en virtud de la Sección 3 cuando realice su conteo de los votos del Colegio Electoral el 6 de enero de 2025.
“Bien podríamos tener un periodo postelectoral muy, muy caótico en el que el Congreso intente descalificar a Trump pero en el que la Corte Suprema asegure que el Congreso se extralimitó en sus facultades", escribió.
Ambas partes le habían pedido acción rápida al tribunal, que escuchó argumentos hace menos de un mes, el 8 de febrero. Los magistrados incluso en ese entonces parecían inclinados a fallar a favor de Trump.
Trump había sido expulsado de las papeletas en Colorado, Maine e Illinois, pero los tres fallos estaban a la espera de la decisión de la Corte Suprema federal.
El caso supone la participación más directa de la corte en una elección presidencial desde Bush vs. Gore, una decisión que se produjo hace un cuarto de siglo y que le otorgó el triunfo en los comicios de 2000 al republicano George W. Bush. Y es apenas una de varias causas que involucran directamente a Trump o que podrían afectar sus posibilidades de volver a la presidencia, incluido un caso cuyos argumentos están programados para finales de abril para determinar si puede ser procesado penalmente por cargos de interferencia electoral, incluido su papel en el asalto al Capitolio. El momento en que el máximo tribunal intervendrá ha puesto en duda si Trump será juzgado antes de las elecciones de noviembre.
Los argumentos de febrero pasado fueron la primera vez que la Corte Suprema había escuchado un caso en torno a la Sección 3. La cláusula, de dos oraciones de largo y cuyo objetivo era impedir que algunos confederados volvieran a ocupar cargos públicos, afirma que “quien, habiendo jurado previamente defender la Constitución de los Estados Unidos" tiene prohibido desempeñarse “como miembro del Congreso, como funcionario de los Estados Unidos o como miembro de la Asamblea Legislativa de cualquier estado o como funcionario ejecutivo o judicial del mismo”. Pero no menciona en específico a la presidencia.
Jueces conservadores y liberales se cuestionaron el caso en contra de Trump. Su principal preocupación era si el Congreso debía intervenir antes de que los estados puedan invocar la 14ta Enmienda. También había dudas sobre si el cargo de presidente estaba cubierto por la disposición.
Los abogados de votantes republicanos e independientes que interpusieron la demanda para retirar el nombre de Trump de la papeleta en Colorado habían argumentado que existe amplia evidencia de que los eventos del 6 de enero constituyeron una insurrección y que fue incitada por Trump, quien durante una marcha a las afueras de la Casa Blanca había exhortado a una multitud de simpatizantes a “luchar con todo”. Aseguraron que sería absurdo aplicar la Sección 3 a todos los cargos menos a la presidencia o que Trump quedara exento de alguna manera. También afirmaron que la cláusula no requiere de ninguna ley para su aplicación.
El equipo legal de Trump presentó varios argumentos de por qué no podía usarse la enmienda para evitar la aparición del expresidente en las boletas. Arguyeron que la revuelta del 6 de enero no fue una insurrección y que, incluso si lo hubiera sido, Trump no se presentó en el Capitolio ni se unió a los inconformes. La redacción de la enmienda también excluye a la presidencia y a los candidatos presidenciales, indicaron. Incluso si ninguno de esos argumentos es válido, afirmaron, el Congreso debe aprobar una ley para reactivar la Sección 3.
El caso se decidió en una corte que incluye a tres jueces designados durante la presidencia de Trump. Han escuchado muchas causas relacionadas con Trump en los últimos años, negándose a avalar sus afirmaciones falsas de fraude en las elecciones de 2020 y rehusándose a proteger sus declaraciones fiscales del Congreso y de la fiscalía de Nueva York.
El fallo de 5-4 en el caso de Bush vs. Gore hace más de 23 años fue la última vez que el máximo tribunal estuvo tan metido en la política presidencial. El juez Clarence Thomas es el único juez que se encontraba en el cargo en aquel entonces. Thomas hizo caso omiso a los llamados de algunos legisladores demócratas de recusarse del caso de Trump debido a que su esposa, Ginni, apoyó los esfuerzos de Trump por anular los resultados electorales de 2020 y asistió a la marcha previa al asalto al Capitolio.
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Los periodistas de The Associated Press Lindsay Whitehurst y Nicholas Riccardi contribuyeron a este despacho. Riccardi reportó desde Denver.
FUENTE: Associated Press