¿Qué más decir sobre Miguel Cabrera? A estas alturas de la temporada las palabras sobran, pues todo lo que queda por hacer es simplemente disfrutar de sus últimos turnos al bate en las Grandes Ligas. Su camino, pletórico en todos los sentidos, llegará a su fin y con eso el cierre de un ciclo importante en la historia del beisbol.
Sean o no cosas del destino, el último juego como pelotero activo para el criollo será en el mismo escenario que lo ha visto batear y hacer de las suyas durante 16 años consecutivos. Es por eso que el Comerica Park se vestirá de gala para uno de los días más emotivos en su historia.
En dicho recinto exclusivamente llegó a conectar 191 cuadrangulares, 238 dobles, cinco triples y 1.200 imparables, con 583 carreras anotadas, 704 impulsadas, 14 bases robadas, y 472 bases por bolas. Todo eso combinado para dejar una línea ofensiva de .320/.396/.538 en 1.046 encuentros.
Para muchos fanáticos, Miggy es sin duda el mejor bateador de los Tigres de Detroit del último medio siglo, y no es para menos. Los hechos están allí, a la mano, y por sí solos son impresionantes: cuatro títulos de bateo, dos premios MVP, una docena de Juegos de Estrellas, más de 500 jonrones, más de 3.000 imparables y una Serie Mundial.
Ante la magnitud de todo lo que significa el venezolano en el mejor beisbol del mundo, será cuestión de tiempo para que su nombre quede registrado en Cooperstown. Pero antes de ese anhelado viaje al Salón de la Fama, el maracayero seguramente verá su mítico número 24 en el muro del jardín izquierdo, además de una posible estatua que lo inmortalizará junto a otras grandes figuras de la organización.