Un adolescente resultó herido de bala en Camagüey por un agente de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), en un incidente que el Ministerio del Interior (MININT) calificó oficialmente como un “accidente” ocurrido durante un intento de detención.
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SUSCRIBITEUn menor de edad resultó herido de bala en Camagüey por un agente de la Policía Nacional Revolucionaria. El MININT asegura que fue un disparo accidental, pero la versión ciudadana denuncia abuso policial y exige justicia
Un adolescente resultó herido de bala en Camagüey por un agente de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), en un incidente que el Ministerio del Interior (MININT) calificó oficialmente como un “accidente” ocurrido durante un intento de detención.
Según la nota informativa publicada por el MININT, el hecho ocurrió cuando un oficial intentó detener al menor, quien presuntamente portaba un arma blanca y se resistió al arresto.
Durante el forcejeo, el policía realizó un disparo accidental con su arma reglamentaria, hiriéndose a sí mismo y al adolescente.
El menor fue trasladado de urgencia al Hospital Provincial Infantil Eduardo Agramonte Piña, donde fue intervenido quirúrgicamente y permanece consciente y fuera de peligro, según el comunicado oficial.
El oficial también recibió atención médica, y las autoridades afirman que se ha brindado apoyo a la familia del joven, al tiempo que se realiza una investigación para el “total esclarecimiento” de los hechos.
El MININT describió al menor como un adolescente con “pésima conducta social”, bajo seguimiento del Consejo de Atención a Menores de Camagüey, y con antecedentes de comportamientos considerados delictivos.
Antes de la versión oficial, varios reportes ciudadanos —difundidos por el periodista independiente José Luis Tan Estrada— informaron que el herido sería un niño de 13 años, baleado en la cadera o el fémur y hospitalizado bajo fuerte vigilancia policial.
“El hospital y las calles aledañas están custodiadas por agentes del Partido y la Seguridad del Estado”, señaló Tan Estrada, generando preocupación por la falta de transparencia en torno al caso.
La presencia masiva de fuerzas de seguridad en el hospital y la ausencia de información oficial durante varias horas alimentaron un clima de alarma y sospecha entre los ciudadanos.
Las redes sociales se llenaron de mensajes de indignación, incredulidad y condena.
“Un niño de 13 años puede ser reducido sin necesidad de balas”, escribió una usuaria, reflejando el sentir general.
Otros internautas denunciaron el carácter represivo del aparato policial cubano y cuestionaron que incluso los menores sean víctimas de la violencia institucional.
“Esto no es seguridad, es brutalidad”, publicaron varios usuarios, mientras otros preguntaban si el cerco policial en el hospital buscaba proteger al menor o silenciar a su familia.
Aunque la versión oficial sostiene que se trató de un disparo accidental, muchos ciudadanos piden una investigación independiente y transparente, alegando que hechos similares suelen quedar impunes en Cuba.
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