El general de Ejército Raúl Castro Ruz, de 94 años, presidió este miércoles una reunión del Consejo de Defensa Nacional (CDN) en la sede del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (MINFAR), confirmando que, pese a su retiro oficial, sigue siendo el verdadero líder de Cuba.
En el acto, donde también estuvo presente el gobernante Miguel Díaz-Canel, Raúl fue descrito oficialmente como el “jefe al frente de la Revolución”, una fórmula que deja claro que su influencia política y militar continúa intacta.
Según la publicación de la Presidencia de Cuba en la red social X (Twitter), el encuentro tuvo como propósito “aprobar las decisiones y planes de sus órganos de trabajo y de aseguramiento”. Sin embargo, lo que realmente generó impacto fue el protagonismo de Raúl Castro, quien apareció visiblemente demacrado, pero firme, acompañado de su nieto Raúl Guillermo Rodríguez Castro (“El Cangrejo”), uno de sus principales hombres de confianza.
Embed - https://publish.x.com/oembed?url=https://x.com/MinfarC/status/1978674878233379128&partner=&hide_thread=false
Raúl Castro: el hombre que nunca se fue
Aunque en 2021 anunció su retiro de la política, Raúl Castro mantiene el control del poder real en la isla. Su influencia se extiende sobre las fuerzas armadas, el aparato del Partido Comunista y el poderoso conglomerado GAESA, que domina gran parte de la economía cubana.
Desde la muerte de Fidel Castro, su hermano mayor, Raúl ha sido el arquitecto del modelo autoritario actual, y aunque Díaz-Canel ocupa la presidencia, muchos cubanos consideran que solo actúa como una figura decorativa.
Mensaje político entre líneas
El hecho de que los medios oficiales lo denominen “jefe al frente de la Revolución” —en lugar de “líder histórico” o “ex presidente”— ha sido interpretado como un mensaje claro dentro del régimen: Raúl sigue mandando.
Esta reaparición pública también desmiente los rumores sobre su estado de salud y muerte, reforzando la percepción de que ninguna decisión importante se toma sin su aprobación.
Un país en crisis bajo el control militar
En medio de una de las peores crisis económicas de la historia reciente, con apagones, inflación y una ola migratoria sin precedentes, la imagen de Raúl Castro presidiendo una reunión en el MINFAR simboliza la continuidad del poder militar y el fracaso de la supuesta transición política.
La aparición de Raúl —frágil pero aún en el mando— confirma lo que muchos cubanos ya sabían: en Cuba nada ha cambiado, y el poder sigue en las mismas manos desde 1959.