El presidente ruso, Vladímir Putin, firmó oficialmente un acuerdo de cooperación militar con el régimen de Cuba, consolidando una alianza estratégica que revive los vínculos de la era soviética. La ratificación ocurre en plena guerra de Ucrania y en medio de denuncias sobre el envío de ciudadanos cubanos a combatir en el ejército ruso.
La ley, firmada este miércoles en Moscú, da rango legal al pacto intergubernamental suscrito en marzo pasado en La Habana y en la capital rusa. Según el medio estatal Russia Today (RT), el documento busca “fortalecer la colaboración entre ambas naciones en el ámbito militar” y “proteger los intereses de los ciudadanos rusos que trabajen bajo jurisdicción cubana”.
El acuerdo ya había sido aprobado por la Duma Estatal y el Consejo de la Federación, las dos cámaras del Parlamento ruso. Con la firma de Putin, la alianza militar entre Moscú y La Habana queda oficialmente establecida.
Crecen las denuncias por el envío de cubanos al frente de guerra
La oficialización del tratado coincide con acusaciones internacionales sobre la presencia de cubanos combatiendo en Ucrania bajo mando ruso.
De acuerdo con un informe de la inteligencia militar ucraniana (GUR), citado por Kyiv Independent, al menos 1,076 cubanos han sido reclutados por el ejército ruso, y 96 habrían muerto o desaparecido en combate.
Los reclutas, según la investigación, reciben apenas dos semanas de entrenamiento antes de ser enviados al frente. Muchos fueron engañados con falsas ofertas de trabajo publicadas en redes sociales, sin saber que terminarían en una guerra.
Aunque el régimen de Miguel Díaz-Canel ha negado su participación en este reclutamiento, medios internacionales como Forbes y EFE aseguran que entre 20,000 y 25,000 cubanos podrían haber sido reclutados o estar en proceso de alistamiento, incluso con la presunta complicidad de autoridades de la isla.
Una alianza que revive los ecos de la Guerra Fría
El nuevo acuerdo militar refuerza la histórica alianza entre Rusia y Cuba, que se remonta a los tiempos de la Guerra Fría.
Expertos consideran que, aunque el pacto tiene limitado impacto operativo, posee un alto valor simbólico y político. Para Putin, representa apoyo en América Latina frente a su aislamiento internacional; para La Habana, una fuente de respaldo económico y legitimidad política en medio de la peor crisis interna en tres décadas.
En un contexto de tensión global, Moscú ha insinuado el posible despliegue de armamento o personal militar en territorios aliados, lo que reaviva los recuerdos de la crisis de los misiles de 1962.
Con este paso, Putin profundiza la dependencia de Cuba hacia Rusia, mientras miles de cubanos, impulsados por la pobreza y la desesperanza, terminan involucrados en un conflicto que no les pertenece.