Con la llegada a Cuba de dos barcos cargados con gas licuado de petróleo, la estatal Unión Cuba-Petróleo (Cupet) anunció que a partir del viernes 31 de mayo se reanudaba la distribución controlada de las conocidas “balitas de gas” para aquellos clientes con contrato vigente.
Según una nota de prensa del Ministerio de Energía y Minas, las importaciones, arribadas a los puertos de La Habana y Santiago de Cuba, permitirán la comercialización del cilindro de gas en las provincias occidentales y orientales, extendiéndose también al centro del país.
Esta medida pretende mitigar las dificultades en el aprovisionamiento que han afectado a la población en las últimas semanas, especialmente debido a los grandes apagones que han dificultado la cocción de alimentos con electricidad.
Desde mediados de mayo, varias sucursales de Cupet en distintas provincias habían reportado la falta de disponibilidad de gas licuado, atribuyendo las dificultades a problemas en el aprovisionamiento. La escasez de gas licuado ha agravado la situación para los cubanos, quienes ya enfrentan largos cortes de electricidad que dificultan la cocción de alimentos con electrodomésticos. Cupet ofreció disculpas a la población y justificó las dificultades con problemas de acceso a financiamiento para comprar gas licuado en el exterior.
Sin embargo, los problemas con la distribución de gas licuado no son nuevos para Cuba. En ocasiones anteriores, la escasez de combustible o el déficit de cilindros han afectado la capacidad de abastecimiento, impactando negativamente en la vida cotidiana de los ciudadanos. Los recientes problemas se suman a las adversidades diarias, especialmente debido a la dependencia de muchos hogares cubanos del gas licuado para cocinar.
Cupet también anunció la extensión del horario de venta en sus unidades comerciales para que más personas puedan acceder a comprar gas en el menor tiempo posible y así acortar los tiempos de reaprovisionamiento.
A partir del 1 de marzo de 2024, el precio minorista del gas licuado en Cuba sufrió un aumento como parte de un ajuste fiscal llevado a cabo por el régimen castrista. El costo de un cilindro de 10 kilogramos (balita) ha aumentado de 180 a 225 pesos cubanos (CUP), mientras que el precio de un cilindro de 45 kilogramos se incrementó de 810 a 1,014 CUP. Este incremento es parte de una serie de ajustes económicos realizados por el gobierno cubano para reducir los subsidios y cubrir los costos de importación y distribución del gas licuado, que en su mayoría es importado. Esta medida afecta a aproximadamente 1.7 millones de clientes en todo el país.
El gas licuado de petróleo se produce a partir de la extracción de gas natural y petróleo crudo. En las refinerías, el petróleo crudo se calienta y se separa en diferentes componentes a través de un proceso llamado destilación. Durante este proceso, el gas, que es una mezcla de propano y butano, se recoge y almacena en forma líquida bajo presión. Luego, se transporta y se distribuye en cilindros o tanques para su uso en hogares, industrias y vehículos.