La congresista republicana María Elvira Salazar reintrodujo en el Congreso de Estados Unidos el proyecto de ley Fighting Opression Until the Reign of Castro Ends, FORCE, por sus siglas en inglés, que intenta impedir que la administración Biden normalice los vínculos con el régimen de La Habana, a menos que se restablezca la libertad y la democracia en Cuba.
La ley FORCE impide que el régimen comunista sea retirado de la lista negra de Países Patrocinadores del Terrorismo hasta que cumpla los requisitos de la Sección 205 de la Ley Libertad, que exige liberar a todos los presos políticos y permitir la investigación de las prisiones cubanas por parte de las organizaciones internacionales de Derechos Humanos pertinentes.
Además, exige la transición del régimen castrista a un sistema que garantice los derechos del pueblo cubano a expresarse libremente y se comprometa a celebrar elecciones libres y justas.
El anuncio de esta nueva presentación de la Ley FORCE en el Congreso ocurre poco después de que funcionarios estadounidenses confirmaron que una importante delegación de la administración Biden se reunirá próximamente en La Habana con funcionarios del régimen, como parte de lo que llama Diálogo sobre Aplicación de la Ley.
Los funcionarios norteamericanos no dijeron si este en encuentro se hablaría de la posibilidad de sacar a la isla de la lista de patrocinadores del terrorismo.
Más de una decena de congresistas norteamericanos, entre ellos, los republicanos por la Florida Mario Diaz-Balart y Carlos Giménez, apoyan este proyecto de ley, que exige además los mismos requisitos que debe cumplir Cuba para que le sea levantado el embargo y las sanciones al régimen comunista.