Lis Cuesta Peraza, esposa del dictador cubano Miguel Díaz-Canel, reapareció este domingo en redes sociales con un mensaje religioso que encendió la furia de miles de cubanos, quienes lo consideraron hipócrita y desconectado de la realidad.
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SUSCRIBITELis Cuesta Peraza, esposa del dictador cubano Miguel Díaz-Canel, reapareció este domingo en redes sociales con un mensaje religioso que encendió la furia de miles de cubanos, quienes lo consideraron hipócrita y desconectado de la realidad.
“Demos gracias hoy a la Virgen del Cobre, Patrona de Cuba, por cuidar de todos nosotros, sus hijos”, escribió en su cuenta oficial de X, justo después de regresar de una gira por Asia junto a Díaz-Canel.
La publicación coincidió con una de las jornadas más críticas para el sistema eléctrico nacional, marcado por apagones masivos que afectaron a millones de personas, especialmente en el oriente del país. Ese mismo día también se confirmó el fallecimiento de un trabajador de la termoeléctrica Renté en Santiago de Cuba, tras sufrir graves quemaduras en un accidente laboral.
El contraste entre el tono piadoso de Cuesta y la realidad de la población desató un aluvión de respuestas en X y Facebook. En menos de 24 horas, la nota generó más de 1,100 comentarios, la mayoría cargados de rechazo.
“Si nos están cuidando así, que no lo hagan más”, ironizó un usuario. Otro fue más directo: “Nos cuida la Virgen, pero de ustedes”.
Entre los calificativos que más se repitieron destacan: hipócrita, cínica, descarada, sinvergüenza y víbora.
Varios recordaron que no es la primera vez que sus publicaciones provocan indignación. En 2022, en medio de otra crisis energética, escribió que tenía el “corazón en modo estropajo”, frase que fue vista como una burla hacia quienes sobreviven sin electricidad ni alimentos básicos.
Las críticas también se enfocaron en la ostentación de Cuesta durante las giras internacionales. En las últimas semanas fue vista en Vietnam, China y Laos con vestidos de marca, accesorios llamativos y participando en actos protocolares, mientras en la isla millones de familias enfrentan apagones, cocinan con leña y sufren la escasez de alimentos.
“Mientras ella viaja en aviones climatizados y se pasea por alfombras rojas, el pueblo duerme a oscuras y con hambre”, denunció un comentario replicado por decenas de usuarios.
La fe, en el centro del debate
La mención a la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba y símbolo de resistencia espiritual, fue percibida como una apropiación oportunista por parte de la élite política.
“No manipulen la fe del pueblo. La Virgen está con los que sufren, no con los que se burlan”, escribió un internauta. Otros fueron más tajantes: “A ustedes los cuidan los escoltas, no la Virgen”.
Varios cubanos recordaron además que durante décadas el régimen persiguió la religión y encarceló a creyentes. “¿Ahora descubrieron la fe? Después de 60 años de ateísmo militante, qué conveniencia más grande”, ironizó otro comentario.
Rechazo creciente
Aunque Cuesta no ostenta oficialmente el título de primera dama, su papel en actos oficiales y giras internacionales la ha convertido en un rostro visible del poder, símbolo de privilegios en un país en crisis.
“No quieren que la llamen primera dama, pero vive como oligarca”, escribió un usuario. Otro resumió el sentir generalizado: “Lo mejor que puede hacer es callarse; sus palabras son una bofetada para los que no tienen nada”.
La indignación también se tornó personal, con mensajes que deseaban que experimentara el calor, el hambre y la desesperación que sufre la mayoría de los cubanos.
Un catalizador del malestar
Más que un gesto de fe, la publicación de Lis Cuesta se ha convertido en un catalizador del descontento social, reflejando la distancia entre la élite gobernante y la vida cotidiana de millones de cubanos.
En un país golpeado por la crisis económica, los apagones y la falta de alimentos, muchos ciudadanos afirman que la fe en la Virgen sigue intacta. Pero la fe en quienes gobiernan, aseguran, está definitivamente perdida.
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