Un ciudadano cubano enfrenta serios problemas legales en Estados Unidos tras ser sorprendido en el aeropuerto George Bush de Houston, Texas, con un frasco de veneno de escorpión adquirido en la isla.
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SUSCRIBITEEl hombre fue descubierto con la “sustancia biológica” en el aeropuerto de Houston
Un ciudadano cubano enfrenta serios problemas legales en Estados Unidos tras ser sorprendido en el aeropuerto George Bush de Houston, Texas, con un frasco de veneno de escorpión adquirido en la isla.
Según el Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), la sustancia es considerada un producto biológico cuya importación no está permitida sin la debida autorización y documentación.
El pasajero, procedente de Cuba, no presentó los permisos requeridos, por lo que el material fue confiscado y posteriormente destruido.
El director de operaciones del CBP en Houston, Jud Murdock, explicó en redes sociales que el producto se utiliza como “remedio casero” en Cuba, pero que su entrada al país sin los certificados correspondientes representa un riesgo para la salud pública y para la protección de los recursos naturales y agrícolas de Estados Unidos.
El veneno proviene del Rhopalurus junceus, una especie endémica de Cuba, y contiene una mezcla de proteínas y péptidos que, según sus defensores, posee propiedades terapéuticas. Sin embargo, su efectividad nunca ha sido científicamente comprobada.
En la isla, la empresa estatal Labiofam produce y comercializa Vidatox, un medicamento derivado de este veneno que se promociona como tratamiento para tumores, inflamaciones y dolores crónicos. El régimen lo ofrece en el Centro Internacional de Salud La Pradera por unos 1.200 dólares, debido a su escasa disponibilidad y a un proceso de extracción laborioso que implica la estimulación eléctrica de escorpiones criados en cautiverio.
A nivel internacional, el uso médico del veneno de escorpión sigue en investigación. En países de Asia, África y Europa, diferentes especies son estudiadas por su potencial para tratar cáncer, infecciones resistentes y enfermedades autoinmunes, así como por su capacidad para bloquear canales iónicos asociados a procesos inflamatorios.
En Estados Unidos, sin embargo, el ingreso de este tipo de sustancias está estrictamente regulado, y su posesión sin autorización puede derivar en sanciones severas. El caso del cubano detenido en Houston refuerza la advertencia del CBP sobre la importancia de declarar todo producto de origen biológico al ingresar al país.
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