Después de más de seis años sin pisar su tierra natal, el expelotero cubano Yuniesky Gurriel regresó a Cuba junto a su esposa, Jennifer Casares, y sus hijos, en un viaje marcado por la nostalgia, los reencuentros y el peso de la memoria.
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SUSCRIBITESu regreso contrasta con la situación de su hermano Yulieski, estrella de Grandes Ligas y campeón de bateo en 2021, a quien el gobierno cubano le negó la entrada en 2022 pese a que había cumplido el periodo de prohibición establecido para deportistas que abandonan equipos nacionales
Después de más de seis años sin pisar su tierra natal, el expelotero cubano Yuniesky Gurriel regresó a Cuba junto a su esposa, Jennifer Casares, y sus hijos, en un viaje marcado por la nostalgia, los reencuentros y el peso de la memoria.
Según informó el medio especializado Swing Completo, la familia visitó lugares icónicos de La Habana y Sancti Spíritus, incluyendo la Plaza de San Francisco de Asís, el malecón habanero, la escuela Julio Antonio Mella y el estadio José Antonio Huelga. Uno de los momentos más emotivos fue el encuentro en la casa familiar de los Gurriel, en la provincia espirituana.
Casares compartió imágenes y reflexiones en redes sociales, describiendo el viaje como una experiencia que permitió mostrar a sus hijos “el lugar donde nacimos, la comida que nos crio, la música que siempre llevamos en el alma” y presentarles familiares que aún no conocían. “Fue un viaje lleno de emociones, memorias, risas y lágrimas… Volver a casa, aunque sea por unos días, sana el alma”, escribió.
Yuniesky, el mayor de los hermanos Gurriel, desarrolló su carrera en Sancti Spíritus, Industriales y la selección nacional de Cuba, antes de emigrar a Estados Unidos en 2019. Actualmente, reside en Miami, donde trabaja como entrenador de bateo, colaborando con peloteros como Yasiel Puig, Mauricio Dubón, Ezequiel Tovar y sus hermanos Yulieski y Lourdes Gurriel Jr.
Su regreso a la isla resalta la diferencia con la situación de su hermano Yulieski Gurriel, estrella de las Grandes Ligas y campeón de bateo en 2021, a quien el gobierno cubano le negó la entrada en 2022, pese a que había cumplido el período de prohibición impuesto a los atletas que abandonan delegaciones oficiales. Este veto generó gran polémica y evidenció las restricciones que aún enfrentan algunos deportistas cubanos para regresar al país.
Mientras Yulieski sigue sin poder reencontrarse con su tierra, Yuniesky ha cerrado un ciclo personal y familiar, aprovechando la oportunidad de reconectar con sus raíces y transmitir a sus hijos la herencia cultural y emocional que define a la familia Gurriel.
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