El jefe de la misión diplomática de Estados Unidos en Cuba, Mike Hammer, fue objeto este domingo de un acto de hostigamiento mientras realizaba un recorrido ciudadano en La Habana que incluyó el uso del emblemático ferry popularmente conocido como la lanchita de Regla, que conecta La Habana Vieja con el municipio de Regla.
Según información obtenida por CiberCuba a través de una fuente cercana al hecho, el diplomático fue confrontado por agentes de la Seguridad del Estado vestidos de civil, quienes simularon un altercado verbal violento con el objetivo de desacreditar su presencia en espacios públicos y justificar la narrativa oficialista.
Durante el incidente, también participó un agente uniformado de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), quien aparentó mediar en la escena. De acuerdo con el testimonio ofrecido al medio independiente, dos mujeres actuaron de manera agresiva contra Hammer mientras una de ellas grababa la situación. Además, intentaron sin éxito incitar al resto de los pasajeros a sumarse al acto de repudio. Las mismas personas habrían seguido al diplomático hasta la iglesia de Regla.
Operación cuidadosamente registrada
Las imágenes obtenidas revelan una clara intención de registrar el suceso desde distintos ángulos, lo que apunta a un montaje con fines propagandísticos. En el material audiovisual se observa cómo Hammer es rodeado e interpelado, mientras otros implicados simulan ser ciudadanos comunes.
Uno de los perfiles oficialistas en redes sociales, identificado como “Frank Enrique”, fue el encargado de difundir el video desde una narrativa afín al régimen, asegurando que “el pueblo le dijo unas cuantas cosas a Mike” y que el embajador “no soporta la verdad”. Esta versión parece responder al objetivo del régimen de acusar al diplomático de “provocar al pueblo cubano”.
El episodio se enmarca en una escalada de tensiones entre el Gobierno cubano y la delegación diplomática de Estados Unidos, encabezada por Hammer desde noviembre de 2024. Su política de diálogo directo con ciudadanos, activistas, artistas y líderes religiosos ha generado evidente malestar en las autoridades cubanas, que lo han acusado reiteradamente de injerencia.
Campaña de hostigamiento oficial
Desde su llegada a La Habana, Mike Hammer ha sido objeto de una constante campaña de hostigamiento por parte del aparato estatal. El Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX) ha emitido declaraciones públicas y notas diplomáticas acusándolo de promover la desestabilización interna y de violar la Convención de Viena.
La subdirectora general de EE. UU. del MINREX, Johana Tablada de la Torre, llegó incluso a lanzar una advertencia velada contra Hammer, señalando que “no confunda paciencia con debilidad”, frase que fue ampliamente replicada en medios estatales.
El pasado 30 de mayo, el Gobierno cubano entregó una Nota Verbal de protesta al diplomático estadounidense, culpándolo de incitar acciones delictivas en la isla. Como respuesta, el Departamento de Estado en Washington convocó a la embajadora cubana para expresar su rechazo al acoso contra su personal en La Habana.
Intensificación de la propaganda oficial
En paralelo, medios como Granma, Cubadebate y múltiples cuentas de redes sociales manejadas por el régimen han intensificado su ofensiva mediática contra Hammer, presentándolo como un actor injerencista e incluso como instigador de disturbios.
El incidente del domingo en la Lanchita de Regla se suma así a una serie de acciones coordinadas para desacreditar la labor del diplomático, quien ha insistido en que su misión consiste en “escuchar directamente al pueblo cubano” y dar voz a sus preocupaciones, sin importar las críticas del Gobierno.
Este nuevo episodio confirma el clima de tensión diplomática entre La Habana y Washington, y representa un intento evidente del aparato de seguridad del Estado cubano por intimidar y limitar la acción diplomática estadounidense en la isla, mientras refuerza su maquinaria propagandística ante la comunidad internacional.