Los medios estatales iraníes recogieron de inmediato la confirmación de Trump, proporcionada en extractos de una entrevista con Fox Business Channel transmitida el viernes, aunque no hubo confirmación por parte de la oficina de Jamenei de que se hubiera recibido alguna misiva. La entrevista se emitirá completa el domingo.
Sigue siendo incierto cómo reaccionaría el líder supremo de 85 años, dado que el expresidente estadounidense Barack Obama mantuvo en secreto sus cartas a Jamenei antes de que comenzaran las negociaciones que llevaron al acuerdo de Teherán con las potencias mundiales en 2015.
En comentarios a los reporteros en el Despacho Oval el viernes más tarde, Trump no mencionó la carta directamente, pero hizo una referencia velada, diciendo: “Tenemos un asunto con Irán que, algo va a suceder muy pronto. Muy, muy pronto”.
“Espero que podamos tener un acuerdo de paz”, agregó Trump. “No estoy hablando desde la fortaleza o la debilidad. Sólo estoy diciendo que preferiría ver un acuerdo de paz que lo otro. Pero lo otro resolverá el problema”.
Trump hizo su oferta luego de que Israel y Estados Unidos advirtieran que nunca permitirán que Irán adquiera un arma nuclear. Ello ha generado temores de que ocurra un enfrentamiento militar a medida que Teherán enriquece uranio a niveles cercanos a los necesarios para fabricar armamento, algo que sólo efectúan las naciones que cuentan con armas atómicas.
En la entrevista con “Sunday Morning Futures” de Fox News, Trump declaró: “Les he escrito una carta diciendo: ‘Espero que vayan a negociar, porque si tenemos que intervenir militarmente, será algo terrible’”. Indicó que envió la carta el jueves.
La Casa Blanca confirmó que la carta de Trump a los gobernantes de Irán pretende negociar un acuerdo nuclear. Los comentarios del presidente en el Despacho Oval reflejaron sus sentimientos a partir de la entrevista, que fue grabada el jueves.
“Preferiría negociar un acuerdo. No estoy seguro de que todos estén de acuerdo conmigo, pero podemos alcanzar un acuerdo que sería tan bueno como si ustedes ganaran militarmente,” manifestó Trump en la entrevista. “Pero el momento está sucediendo ahora. El momento se acerca. Algo va a suceder de una forma u otra”.
“Espero que ustedes vayan a negociar, porque será mucho mejor para Irán y creo que quieren recibir esa carta”, agregó. “La otra alternativa es que tenemos que hacer algo porque no se les puede permitir tener un arma nuclear”.
Trump no ofreció detalles sobre qué, si es que algo, se le ofreció específicamente a Irán en la misiva.
La medida evocó las cartas de Trump al gobernante norcoreano Kim Jong Un durante su primer mandato, que derivaron en que se reunieran, pero no alcanzaron acuerdos para limitar las bombas atómicas de Pyongyang ni un programa de misiles capaz de alcanzar el territorio continental de Estados Unidos.
Irán afirma desde hace tiempo que su programa nuclear tiene fines pacíficos, incluso mientras sus funcionarios amenazan cada vez más con intentar crear la bomba a medida que crecen las tensiones con Washington debido a las sanciones que les ha aplicado, y crecen con Israel mientras se mantiene un frágil alto el fuego en la guerra contra Hamás en la Franja de Gaza.
Las agencias de inteligencia de Estados Unidos calculan que Irán aún no ha iniciado un programa para fabricar armas, pero ha “realizado actividades que lo posicionan mejor para producir un dispositivo nuclear, si decide hacerlo”.
Desde que Trump regresó a la Casa Blanca, su gobierno ha dicho sistemáticamente que se debe evitar que Irán adquiera armas nucleares. Sin embargo, un informe el mes pasado de la agencia de la ONU para la vigilancia nuclear indicó que Teherán ha acelerado su producción de uranio a niveles cercanos a la producción de armamento.
El primer mandato de Trump estuvo marcado por un período especialmente problemático en las relaciones con Teherán. En 2018 él retiró unilateralmente a Estados Unidos del acuerdo nuclear de Irán con las potencias mundiales, lo que derivó en sanciones que paralizaron la economía iraní. El gobierno de ese país respondió con ataques en el mar, incluido uno que probablemente llevó a cabo y que temporalmente redujo a la mitad la producción de petróleo de Arabia Saudí.
Trump también ordenó el ataque con dron en el que murió el principal general de Irán en Bagdad en enero de 2020.
Según el acuerdo nuclear original de 2015, a Irán se le permitió enriquecer uranio sólo hasta un 3,67% de pureza y mantener unas reservas de uranio de 300 kilogramos (661 libras). El informe más reciente del Organismo Internacional de Energía Atómica sobre el programa iraní indicó que posee reservas de 8.294,4 kilogramos (18.286 libras) mientras enriquece una fracción de este a un nivel de pureza del 60%.
La acelerada producción de uranio cercano a los niveles necesarios para producir armas por parte de Irán ejerce más presión sobre Trump. Él ha dicho repetidas veces que está abierto a negociaciones con la República Islámica, mientras también apunta cada vez más a la aplicación de sanciones a las ventas de petróleo iraní como parte de su política de “máxima presión” reimpuesta.
En un discurso en agosto, Jamenei abrió la puerta a conversaciones con Washington, diciendo que “no hay daño” en entrar en contacto con el “enemigo.” Esto ocurrió después de que Irán eligiera al presidente reformista Masoud Pezeshkian en junio, quien en su campaña se comprometió a que el país se acerque a Occidente.
Sin embargo, más recientemente el líder supremo matizó eso, diciendo que las negociaciones con Estados Unidos “no son inteligentes, sabias ni honorables”, después de que Trump planteara llevar a cabo conversaciones nucleares con Teherán. Pezeshkian ha seguido su ejemplo, comprometiéndose a cumplir las órdenes de Jamenei.
El que Jamenei acepte una carta aún está por verse. Luego de que Trump intentó sostener correspondencia con el líder supremo iraní en 2019 a través del fallecido primer ministro japonés Shinzo Abe, Jamenei declaró: “No considero a Trump personalmente digno de intercambiar ningún mensaje, ni tengo ninguna respuesta para él, ni nunca la tendré”.
Pero también sigue sin estar claro cómo le hará Irán para hacer frente a mayor presión. La moneda de la República Islámica, el rial, ha perdido valor drásticamente. El desempleo y el subempleo siguen siendo rampantes. Mientras tanto, las mujeres han continuado desafiando las leyes sobre el uso obligatorio del velo, o hijab, y siguen sin cubrirse la cabeza, dos años después de que la muerte de una joven detenida, Mahsa Amini, desatara protestas a nivel nacional.
Israel e Irán también han intercambiado ataques directos durante la guerra entre Israel y Hamás, mientras que los socios en el autodenominado “Eje de Resistencia” de Teherán están tambaleándose tras los asesinatos de sus líderes a manos del gobierno israelí. En Israel, algunos funcionarios han sugerido atacar el programa nuclear de Irán ahora, algo que Trump también ha amenazado con hacer, aunque aún insiste en que preferiría alcanzar un acuerdo diplomático con Teherán.
Más tarde el viernes, la misión permanente de Irán ante Naciones Unidas en Nueva York indicó que no había recibido ninguna carta de Trump, informó la agencia de noticias estatal iraní IRNA.
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Weissert informó desde Washington. El periodista de The Associated Press Amir Vahdat en Teherán contribuyó a este despacho.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.
FUENTE: Associated Press