El conflicto entre Israel y Hamás en Gaza ha alcanzado un punto crítico tras la decisión del grupo islamista de suspender la liberación de rehenes, alegando repetidas violaciones del alto el fuego por parte de Israel. La escalada de tensiones ha provocado una respuesta inmediata del gobierno israelí, que ha elevado su nivel de alerta y convocado a su gabinete de seguridad para evaluar los próximos pasos.
Según Hamás, Israel ha incumplido los términos de la tregua en múltiples ocasiones, citando ataques continuos en diversas zonas de Gaza, la restricción en la entrada de ayuda humanitaria y el retraso en el retorno de los desplazados a sus hogares. En respuesta, Israel ha negado estas acusaciones y ha insistido en que su ejército solo ha llevado a cabo operaciones defensivas contra objetivos considerados amenazas inmediatas.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha reafirmado que no permitirá que Hamás utilice la tregua para reagruparse y rearmarse. “Nuestra prioridad sigue siendo la seguridad de Israel y la liberación de nuestros ciudadanos secuestrados”, declaró Netanyahu tras reunirse con su equipo de seguridad.
Mientras tanto, la administración del presidente Donald Trump ha generado controversia al proponer un plan para reasentar a los habitantes de Gaza en otros países como Egipto y Jordania, una medida que ha sido rechazada tanto por los líderes palestinos como por la comunidad internacional. La ONU y varios gobiernos han condenado la propuesta, calificándola de inaceptable y violatoria del derecho internacional.
Trump ha advertido que si Hamás no libera a los rehenes el próximo sábado, Estados Unidos reconsiderará su postura respecto a la tregua y podría apoyar medidas más agresivas de Israel para recuperar a sus ciudadanos por la fuerza. “No podemos permitir que los terroristas dicten las condiciones”, declaró el mandatario en una rueda de prensa.
El temor a una nueva escalada del conflicto crece a medida que la tregua se tambalea. Las fuerzas israelíes han intensificado su presencia en la frontera con Gaza, mientras que Hamás ha advertido que cualquier violación adicional por parte de Israel resultará en una respuesta militar.
Por su parte, mediadores internacionales como Egipto y Qatar continúan negociando para evitar el colapso del alto el fuego, buscando garantías que permitan la liberación progresiva de los rehenes y la entrega de ayuda humanitaria a la población civil en Gaza.
La situación en Gaza sigue siendo extremadamente volátil, y el destino de la tregua dependerá en gran medida de las próximas decisiones tanto de Israel como de Hamás. La comunidad internacional sigue presionando para mantener el cese de hostilidades y lograr una solución diplomática, pero con el tiempo agotándose y las tensiones en aumento, el conflicto podría entrar en una nueva y peligrosa fase en los próximos días.