El pasado sábado, el cantante cubano de música urbana, Luis Javier Prieto Cedeño, conocido como Yakarta, fue detenido dentro de una habitación de hotel en compañía de tres mujeres. Este incidente ha desatado un torbellino de especulaciones sobre los eventos oscuros que rodean su arresto.
La jueza a cargo del caso leyó una lista de cargos que arrojaron más sombras sobre la reputación del artista, incluyendo acusaciones de posesión fraudulenta de cinco o más identificaciones, robo en tercer grado y allanamiento en morada. Estos delitos pintan un panorama preocupante para Yakarta y sus acompañantes.
Los hechos que llevaron al arresto se desencadenaron a partir de una denuncia presentada por un hombre cuya tarjeta de crédito había sido utilizada sin su consentimiento para reservar una habitación en el Even Hotel, cerca del aeropuerto de Miami.
La policía actuó sobre esta denuncia y encontró a las cuatro personas en la habitación alrededor de las 10:30 de la noche.
Durante la inspección de la habitación, se descubrieron varios elementos perturbadores, incluyendo tarjetas de crédito, documentos de identificación y libros de contabilidad.
Estos hallazgos fueron determinantes para la detención de todos los ocupantes, quienes enfrentan acusaciones de participar en actividades fraudulentas utilizando tarjetas de crédito y documentos de identificación falsificados.
Este no es el primer encuentro del cantante con la ley. En abril del año pasado, Yakarta fue arrestado por cargos de robo en una propiedad, y en 2019 enfrentó acusaciones de violencia doméstica en Boca Ratón, Florida. Estos antecedentes añaden complejidad a la situación actual, cuestionando la conducta y las motivaciones del artista tanto dentro como fuera del escenario.
Las tres mujeres arrestadas junto a Yakarta, Rachel Infiesta, Juliette Ghessi y Sahara Ortega, también enfrentan cargos similares, lo que sugiere una posible colaboración en las actividades delictivas que los llevaron a este desenlace.