El caso de Derek Rosa, el adolescente acusado de asesinar a su madre en Hialeah, sigue generando conmoción y debate en la comunidad. A casi dos años de la tragedia, su abuela, Isabel Acosta, alzó la voz en defensa de su nieto y compartió el profundo dolor que vive desde aquella noche de octubre de 2023.
“Es un niño, no un asesino”, afirmó Isabel en una entrevista exclusiva con Telemundo 51, en la que recordó cómo perdió a su hija, Irina García, y cómo desde entonces no ha podido volver a abrazar a Derek, quien permanece detenido en el centro Metro West de Miami-Dade, enfrentando un proceso por asesinato en primer grado.
“Me quedé sin hija, sin nieta y estoy sin mi nieto… ese angelito que nunca más he podido ver”, lamentó. Isabel contó que cada noche, a las ocho, espera los 15 minutos de llamada telefónica que tiene con Derek, los cuales considera su único consuelo.
El padre biológico de Derek, José Rosa, también compartió su dolor: “No poder abrazar a mi hijo... eso sí choca. Uno quiere tener un futuro con él, enseñarle, apoyarlo, pero no poder tocarlo es desgarrador”.
Además del dolor por la pérdida de Irina, la familia denuncia la exposición pública de la tragedia. Isabel criticó la difusión en redes sociales de imágenes del cuerpo sin vida de su hija y de videos del arresto e interrogatorio de Derek. “No piensan que hay un niño tras las rejas y una madre que ya no está… ese dolor hay que vivirlo para entenderlo”, expresó.
La abuela también relató que no ha vuelto a ver a su otra nieta, la bebé que estaba presente durante el crimen y fue retirada por las autoridades la misma noche de los hechos. “Me la llevaron el 28 de octubre… ese día la tuve por última vez”, recordó entre lágrimas.
Isabel describió a su hija como una madre dedicada y amorosa: “Vivía para su hijo, y él la adoraba. Lo mejor siempre era para él”. A pesar de la tragedia, asegura que mantiene su fe y que cada día le pide a Irina que proteja a Derek “desde donde esté”.
El caso ha tomado un nuevo giro legal. La defensa de Derek Rosa solicitó recientemente excluir una de las principales pruebas del proceso: la confesión que el joven hizo a la policía. Durante una audiencia en la corte criminal de Miami-Dade, los abogados argumentaron que el menor, de solo 13 años al momento del crimen, no entendió plenamente sus derechos y que la advertencia que le fue leída era incorrecta. Según la defensa, esto constituye una violación de sus garantías constitucionales y solicitan una audiencia formal para debatir la legalidad del interrogatorio.
Mientras el proceso judicial continúa, el caso de Derek Rosa sigue dividiendo a la opinión pública, entre quienes reclaman justicia para Irina y quienes piden un juicio justo y con garantías para el menor.