Caracas.- Un nuevo capítulo de tensiones diplomáticas protagonizan Venezuela y Guyana en el extendido conflicto que mantienen desde hace más de un siglo sobre la zona limítrofe del Esequibo, una situación que ha pretendido resolverse desde 1966 a través del Acuerdo de Ginebra, pero que en 2018 escaló cuando Georgetown demandó a Caracas ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en La Haya.
El reciente episodio que atiza a la controversia entre los Gobiernos de Nicolás Maduro y de Mohamed Irfaan Ali, surgió tras la decisión unilateral de Guyana de convocar a un proceso de licitación para que empresas multinacionales operen en bloques petrolíferos y gasíferos ubicados en territorio marítimo del Esequibo.
La medida de Georgetown ha sido repudiada por Caracas, lo que ha provocado un preocupante aumento en las fricciones y diferencias que tienen ambos Estados suramericanos sobre la soberanía y el control de los incalculables recursos energéticos y naturales que están dentro la zona en disputa.
El canciller de la República, Yván Gil, señaló el martes que el presidente de Guyana "pretende arrogarse" una facultad que no le compete al convocar "un ilegal proceso de licitación de bloques petrolíferos y gasíferos costa afuera en territorio marítimo no delimitado".
A través de un comunicado, Venezuela rechazó "enérgicamente la ilegal ronda de licitación", debido a que esa medida unilateral "pretende disponer de áreas marítimas pendientes de delimitación entre ambos países".