La última aventura inmobiliaria de Mark Zuckerberg, CEO de Meta, parece sacada de una novela de ciencia ficción con tintes apocalípticos.
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SUSCRIBITELa última aventura inmobiliaria de Mark Zuckerberg, CEO de Meta, parece sacada de una novela de ciencia ficción con tintes apocalípticos.
Según ha revelado una investigación de Wired, el magnate de la tecnología está construyendo un enorme complejo en Kauai, Hawaii. Este recinto, conocido como Koolau Ranch, integrará características propias de un búnker subterráneo y contará con un costo estimado en unos USD 270 millones.
Las dimensiones del proyecto han despertado la intriga y las conjeturas entre los lugareños, que especulan sobre lo que podría ocultarse tras los muros de 1.82 metros que mantienen oculta la vista desde la carretera. Wired, a través de registros públicos y entrevistas, ha revelado detalles de la planificación y testimonios de personas relacionadas con el proyecto, mostrando la envergadura de esta construcción y su impacto en la comunidad.
Este conjunto residencial contará con más de una docena de edificios, albergando 30 habitaciones y 30 baños, dos mansiones principales y una red de casas en los árboles conectadas por puentes colgantes.
Se estima que solo el costo de la construcción alcanza los USD 100 millones, además de otros USD 170 millones destinados a la adquisición de terrenos, aunque se prevé que estos montos puedan quedarse cortos ante los gastos finales.
El complejo tendrá su propia fuente de energía, suministro de alimentos y agua, y se ha sugerido la presencia de un búnker subterráneo de 464.515 metros cuadrados. Se habla de entradas secretas y puertas blindadas, con "puertas ciegas" que se camuflarán entre las paredes circundantes, y puertas del refugio subterráneo hechas de metal y concreto, un diseño común en búnkeres y refugios antiaéreos.
El impacto en la comunidad ha sido notorio, con informes de accidentes entre los trabajadores del lugar, incluyendo un grave incidente con una grúa en febrero. Además, se ha impuesto estrictamente a los trabajadores Acuerdos de No Divulgación (NDA, por sus siglas en inglés), y algunos han sido retirados del proyecto por compartir información en redes sociales.
La investigación también ha puesto de manifiesto los conflictos previos de Zuckerberg en la isla, desde demandas a propietarios locales hasta acusaciones de utilizar artimañas legales y conexiones políticas para influir en la gobernanza local. Sin embargo, los representantes del magnate tecnológico han subrayado su compromiso con la preservación del entorno natural del rancho y su colaboración con la comunidad.
Este desarrollo no es un caso aislado entre los multimillonarios, ya que otros han invertido en propiedades aisladas y seguras, quizás preparándose para escenarios catastróficos. Esto plantea interrogantes sobre la visión de estos magnates sobre la sociedad y su futuro, suscitando debates sobre la equidad, la privacidad y la responsabilidad social corporativa.
El complejo de Zuckerberg, aún en construcción, ya representa un símbolo de los tiempos inciertos y alimenta la discusión sobre la equidad, la privacidad y la responsabilidad social corporativa en un mundo cada vez más fragmentado.
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