Paul Kessler, de 69 años, murió en un hospital el lunes, al día siguiente de sufrir un golpe durante unas manifestaciones a favor de Israel y de los palestinos en un cruce en Thousands Oaks, un suburbio al noroeste de Los Ángeles, según las autoridades.
Los testigos dijeron que Kessler participó en un “altercado físico” con uno o más contramanifestantes, cayó hacia atrás y se golpeó la cabeza contra el suelo, según un comunicado de la policía del condado Ventura.
Una autopsia determinó el lunes que Kessler murió de una lesión por impacto en la cabeza y lo calificó de homicidio, según la policía, que dijo que los investigadores no habían descartado la posibilidad de que constituyera un crimen de odio.
No se habían hecho detenciones y en un primer momento no se publicaron detalles sobre la confrontación, aunque la policía había anunciado una conferencia de prensa para el martes por la mañana.
El rabino Noah Farkas, presidente de la Federación Judía de la Región de Los Ángeles, dijo que el grupo había oído reportes de que Kessler había recibido un golpe en la cabeza con un megáfono que sostenía un manifestante propalestino. Sin embargo, dijo que no había representantes de su federación presentes en la escena ni habían participado en las manifestaciones.
Otros reportes sin confirmar apuntaban a que Kessler podía haber caído por un empujón.
El rabino Michael Barclay, del templo Ner Simcha en Westlake Village, cerca de Thousand Oaks, instó a la gente a evitar sacar conclusiones precipitadas sobre lo ocurrido.
“Acabo de hablar con el jefe de policía”, escribió en X, antes Twitter. “Tienen reportes contradictorios sobre lo que ocurrió, e interrogaron al sospechoso al que se ha identificado en medios sociales en el evento. No tienen video”.
La policía está siendo prudente antes de hacer acusaciones, señaló. “Debemos hacer lo mismo, y no dejar que esto se convierta en una chispa que inicie un infierno”, escribió.
La delegación en la región de Los Ángeles del Consejo de Relaciones Estadounidense-islámicas (CAIR-LA, por sus siglas en inglés) emitió un comunicado que calificó la muerte de Kessler de “pérdida trágica y chocante”.
“Aunque respaldamos con firmeza el derecho al debate político, CAIR-LA y la comunidad islámica apoyan a la comunidad judía en el rechazo a toda violencia, el antisemitismo, la islamofobia o la incitación al odio”, indicó el comunicado.
Desde que comenzó la guerra entre Israel y Hamás el mes pasado, se han producido protestas en todo el mundo por la muerte de miles de personas. Los milicianos de Hamás han sido condenados por su incursión en Israel, en la que mataron y secuestraron a civiles, mientras que Israel ha sido acusado de bombardeos indiscriminados que han matado a muchos civiles en Gaza.
FUENTE: Associated Press