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SUSCRIBITEFrank Connor murió en un ataque con explosivos perpetrado por militantes de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional de Puerto Rico
Joseph Connor, un ciudadano estadounidense cuyo padre fue asesinado en un ataque en la década de 1970 en Nueva York, envió una carta al secretario de Estado Antony Blinken, luego de que Estados Unidos sacara a Cuba de la lista de países que no cooperan plenamente con sus esfuerzos antiterroristas.
Frank Connor murió en un ataque con explosivos perpetrado por militantes de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional de Puerto Rico, una agrupación terrorista de extrema izquierda, apoyada por el régimen castrista.
“Escribo esta carta porque mi padre Frank Connor fue asesinado por terroristas patrocinados por Cuba en Fraunces Tavern el 24 de enero de 1975 en la ciudad de New York, donde murieron otras tres personas y resultaron heridas más de 50 personas. La noticia de que La Habana tiene ahora la voluntad de cooperar con los Estados Unidos en el tema del terrorismo debe traer consigo la petición de responsabilidad sobre este crimen por cuya justicia he luchado en las últimas tres décadas”, señaló Joseph Connor.
Fraunces Tavern, una construcción del siglo XVIII, fue el lugar donde George Washington pronunció su famoso discurso de despedida a sus oficiales en 1783, luego de que los ingleses evacuaran la ciudad de Nueva York.
Entre los autores del atentado dinamitero, en el que murieron cuatro personas y otras 50 resultaron heridas, estaban Filiberto Ojeda Ríos y William Morales.
Según informes del Buró Federal de Investigaciones (FBI), Ojeda Ríos pasó varios años en Cuba durante los años 60, donde recibió entrenamiento del gobierno de Cuba como oficial de inteligencia.
En septiembre del 2005, fue localizado, rodeado y abatido por agentes del FBI en la localidad puertorriqueña de Hormigueros.
Pero Morales presuntamente permanece hasta la actualidad refugiado y protegido por las autoridades en Cuba.
En su misiva, Connor pidió que Morales sea devuelto a los Estados Unidos para que enfrente la justicia.
El terrorista enfrentaba 89 años de prisión por posesión ilegal de armas de fuego, cuando escapó de un hospital de Nueva York en 1979 mientras estaba bajo custodia policial.
Huyó a México, donde estuvo cinco años preso, pero las autoridades de ese país no lo extraditaron a Estados Unidos, sino que lo enviaron a La Habana, donde “ha estado apadrinado en Cuba bajo la protección de las autoridades gubernamentales durante décadas”, de acuerdo con la carta de Connor.
“Le llamo la atención sobre el asunto para que el gobierno de los Estados Unidos tome las medidas necesarias para que este fugitivo terrorista convicto sea devuelto a una prisión estadounidense para cumplir sus sentencias. Le agradezco de antemano el regreso de Morales, que haría justicia para Frank Connor y proporcionaría un cierto cierre a esta herida abierta que nuestra familia ha sufrido durante todos estos años”.
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