El 1 de enero, la ciudad de Nueva Orleans fue escenario de un trágico ataque en Bourbon Street, donde 14 personas perdieron la vida y decenas resultaron heridas. Shamsud-Din Jabbar, de 42 años, condujo un camión alquilado contra una multitud antes de ser abatido por la policía.
El FBI ha calificado el incidente como un acto de terrorismo y lidera la investigación.
Jabbar, veterano del Ejército y ciudadano estadounidense nacido en Texas, también portaba un rifle estilo AR-15, una pistola y dos dispositivos explosivos que fueron desactivados por las autoridades.
En el camión llevaba una bandera del grupo terrorista ISIS y, antes del ataque, publicó videos en redes sociales expresando apoyo a la organización. En estos mensajes, declaró haber considerado atacar a su familia, pero cambió de objetivo.
Abdur-Rahim Jabbar, medio hermano del atacante, se declaró sorprendido por lo sucedido. Aunque se reconectaron en 2023 mientras cuidaban a su padre enfermo, no detectó signos de radicalización.
Según Abdur-Rahim, Shamsud-Din había adoptado un estilo de vida más conservador, dejando atrás el alcohol y las drogas, pero nunca mostró intenciones violentas. “Esto no es un reflejo directo de mi hermano ni de la comunidad musulmana,” afirmó, enviando condolencias a las víctimas.
Documentos judiciales revelan que Jabbar enfrentó problemas personales y financieros, incluyendo tres divorcios y una orden de restricción. Aunque trabajaba en Deloitte con un salario de $125,000 anuales, sus gastos superaban sus ingresos.
El FBI continúa investigando los motivos del ataque y posibles conexiones con grupos extremistas. La comunidad de Nueva Orleans, conocida por su vida nocturna y festividades, enfrenta el impacto de este acto violento mientras busca respuestas y justicia.