El Pentágono confirmó el envío del USS Gerald R. Ford para reforzar las operaciones contra el narcotráfico en el área del Comando Sur, en medio de un clima de creciente tensión con el régimen venezolano.
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SUSCRIBITEEstados Unidos desplegó su mayor portaaviones, el USS Gerald R. Ford, en el Caribe para reforzar la lucha contra el narcotráfico en medio de crecientes tensiones con el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela. El Pentágono busca desmantelar redes criminales y asegurar la estabilidad regional.
El Pentágono confirmó el envío del USS Gerald R. Ford para reforzar las operaciones contra el narcotráfico en el área del Comando Sur, en medio de un clima de creciente tensión con el régimen venezolano.
El Pentágono anunció este viernes el despliegue del portaaviones USS Gerald R. Ford, el más grande y moderno de la flota de Estados Unidos, en el mar Caribe, como parte de una misión para reforzar las operaciones contra el narcotráfico en América Latina.
La decisión llega en medio de un aumento de las tensiones con el régimen de Nicolás Maduro, luego de varios ataques militares contra lanchas presuntamente usadas para el tráfico de drogas.
Directiva presidencial y operación contra el narcotráfico
El portavoz del Pentágono, Sean Parnell, confirmó en la red social X que la operación fue autorizada por una directiva presidencial.
El objetivo, dijo, es “desmantelar las Organizaciones Criminales Transnacionales (TCOs) y contrarrestar el narcoterrorismo en defensa de la Patria”.
Según Parnell, el refuerzo militar en la zona de responsabilidad del Comando Sur de Estados Unidos (USSOUTHCOM) permitirá detectar, monitorear e interrumpir actividades ilícitas que amenazan la seguridad nacional y la estabilidad del hemisferio occidental.
“Estos elementos mejorarán y complementarán las capacidades ya existentes para interrumpir el tráfico de narcóticos y desmantelar las TCOs”, añadió.
El poder naval del USS Gerald Ford
El USS Gerald R. Ford y su grupo de ataque se suman al contingente que Washington mantiene en el Caribe desde septiembre, integrado por tres buques de asalto anfibio, aviones de combate F-35B, patrullas P-8 y drones MQ-9, con base en Puerto Rico, según informó el Departamento de Defensa.
En las últimas semanas, las fuerzas estadounidenses han destruido varias embarcaciones de narcotraficantes tanto en el Caribe como en el Pacífico, dejando varios muertos cerca de las costas de Venezuela y Colombia.
Enfrentamiento con el “Tren de Aragua”
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, informó este viernes que una lancha del Tren de Aragua fue hundida por el Ejército estadounidense en el Caribe.
Según el funcionario, seis presuntos “narcoterroristas” murieron en la operación.
“Si eres un narcoterrorista que trafica drogas en nuestro hemisferio, te trataremos igual que a Al Qaeda. De día o de noche, rastrearemos tus redes y las neutralizaremos”, escribió Hegseth en X.
Respuesta del régimen de Maduro
La situación generó una rápida respuesta en Caracas.
El dictador Nicolás Maduro ordenó el despliegue de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), junto con cuerpos policiales y milicianos, en las costas venezolanas.
El ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, aseguró que el país alcanzará el “punto óptimo” de coordinación militar ante la presencia estadounidense, afirmando que “cualquier intento encubierto fracasará”.
Mientras tanto, Donald Trump confirmó que la CIA ejecuta operaciones encubiertas en Venezuela y advirtió que su gobierno ampliará las campañas militares contra el narcotráfico.
“La tierra será lo siguiente”, dijo el mandatario, sugiriendo posibles operaciones terrestres.
América Latina reacciona
Desde Brasil, el asesor presidencial Celso Amorim expresó el rechazo de su gobierno a una posible intervención militar en Venezuela, advirtiendo que una acción de ese tipo podría alimentar el resentimiento y la radicalización política en la región.
Contexto y repercusiones
El despliegue del USS Gerald R. Ford se produce una semana después de que bombarderos B-1B y B-52 sobrevolaran el Caribe cerca de la costa venezolana, en lo que el Comando Sur calificó como una misión de disuasión y entrenamiento.
Con esta maniobra, Estados Unidos refuerza su presencia militar en el Caribe y aumenta la presión sobre el régimen de Maduro, en un escenario donde la lucha contra el narcotráfico se entrelaza con la geopolítica y la seguridad continental.
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