En una decisión histórica y sin precedentes, el Senado de Estados Unidos aprobó por unanimidad un proyecto de ley que pone fin a los impuestos sobre las propinas. La medida, que cobró protagonismo durante la campaña electoral tras ser propuesta por Donald Trump y posteriormente respaldada por Kamala Harris, ha sido finalmente liderada por los demócratas en el Congreso.
La senadora demócrata Jacky Rosen, representante de Nevada, fue quien presentó formalmente la iniciativa en la Cámara Alta. Aunque inicialmente existían dudas sobre si los republicanos bloquearían el avance del proyecto, la propuesta fue finalmente aprobada mediante consentimiento unánime.
“Es una gran noticia para Nevada y para los trabajadores de todo el país”, afirmó Rosen tras la votación. “Este proyecto de ley no lo soluciona todo, pero proporciona un alivio financiero inmediato mientras seguimos trabajando en medidas más amplias para reducir el costo de vida de las familias trabajadoras”.
Durante su intervención, Rosen subrayó la importancia de las propinas en la economía personal de miles de empleados del sector servicios y de la hostelería: “Para muchos, las propinas no son un ingreso adicional, sino una parte esencial de su salario que les permite llegar a fin de mes”.
Uno de los momentos más llamativos de la sesión fue el respaldo público del senador republicano Ted Cruz, quien reconoció la autoría original de la propuesta en la figura de Donald Trump. El legislador tejano calificó la medida como un acto de “genialidad política” y expresó su satisfacción por el consenso alcanzado. “Hoy hemos dado un paso firme: la posibilidad de que un impuesto sobre las propinas se convierta en ley es prácticamente nula”, declaró.
La iniciativa, titulada No Tax on Tips Act, pasará ahora a la Cámara de Representantes. Allí podrá ser aprobada como propuesta independiente o integrada en el ambicioso paquete legislativo impulsado por el expresidente Trump, conocido como el “Gran, Maravilloso Proyecto de Ley”.