La finalización de los trabajos pone en marcha el complicado proceso de reparto de suministros más de dos meses después de que el presidente estadounidense, Joe Biden, ordenó el proyecto para ayudar a paliar el hambre entre los palestinos debido a que las restricciones israelíes en los cruces fronterizos y las violentas batallas evitan la llegada de alimentos y otros suministros a Gaza.
La ruta marítima, plagada de problemas logísticos, meteorológicos y de seguridad, está diseñada para aumentar la cantidad de ayuda que llega a la Franja, pero no se considera una sustituta de las entregas terrestres, mucho más baratas y, según las agencias de ayuda, mucho más sostenibles.
Los barcos dejarán la mercancía en unas instalaciones portuarias construidas por los israelíes al sur de la Ciudad de Gaza, y luego será distribuida por los grupos humanitarios.
Las autoridades estadounidenses dijeron el jueves que, en pocos días, comenzarán a llegar a las costas de Gaza hasta 500 toneladas de alimentos y que Estados Unidos se ha coordinado estrechamente con Israel sobre cómo proteger los barcos y al personal que trabaja en la costa.
Sin embargo, aún hay preguntas sobre cómo los grupos humanitarios trabajarán de manera segura en Gaza para distribuir los alimentos a quienes más lo necesitan, dijo Sonali Korde, asistente del administrador de la Oficina de Asistencia Humanitaria, un organismo de la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés), que colabora en la logística
“Existe un ambiente de operación muy riesgoso” y los grupos de asistencia todavía tienen problemas para obtener la autorización para sus movimientos en Gaza, dijo Korde. Las conversaciones con el ejército israelí “deben llegar a un punto donde los trabajadores humanitarios se sientan seguros y capaces de trabajar con seguridad. Y no pienso que hayamos alcanzado ese punto”.
Los intensos combates entre las tropas israelíes y los insurgentes palestinos a las afueras de Rafah, así como el inicio de operaciones de combate israelíes en varias partes del norte de Gaza, han desplazado a alrededor de 700.000 personas, según autoridades de la ONU. Recientemente, Israel se apoderó del crucial cruce fronterizo de Rafah en su lucha contra Hamás.
Oficiales del Pentágono señalan que la lucha no pone en riesgo la nueva área de distribución de ayuda en la costa, pero han dejado claro que las condiciones de seguridad serán supervisadas atentamente y que podrían provocar el cierre de la ruta marítima, aun cuando sea de manera temporal.
El sitio ya fue blanco de ataques con morteros durante su construcción, y Hamás ha amenazado con atacar a cualquier fuerza extranjera que “ocupe” la Franja de Gaza.
La “protección de las fuerzas estadounidenses que participan es altamente prioritaria. Y por ello, en las últimas semanas, Estados Unidos e Israel han desarrollado un plan de seguridad integrado para proteger a todo el personal”, dijo el vicealmirante de la Armada Brad Cooper, subcomandante del Comando Central del ejército estadounidense. “Confiamos en la capacidad de este acuerdo de seguridad para proteger a los involucrados”.
Elementos del ejército estadounidense anclaron el muelle la mañana del jueves, informó el Comando Central, e hizo énfasis en que ninguna de sus fuerzas entró en la Franja de Gaza y que no lo hará durante las operaciones del muelle. Dijo que los camiones con ayuda llegarán en los próximos días y que “Naciones Unidas recibirá la ayuda y coordinará su distribución en Gaza”.
El Programa Mundial de Alimentos será el organismo de la ONU que maneje la ayuda, señalaron las autoridades.
Las fuerzas israelíes estarán a cargo de la seguridad en la costa, pero también hay dos buques de guerra de la Armada estadounidense cerca del área, el USS Arleigh Burke y el USS Paul Ignatius. Ambos son destructores equipados con una amplia variedad de armas y capacidades para proteger a las tropas estadounidenses en el mar y a los aliados en la playa.
La embarcación logística británica RFA Cardigan Bay también dará apoyo, señaló Cooper.
El vocero del ejército israelí, el teniente coronel Nadav Shoshani, confirmó que el muelle había sido fijado y que unidades de ingeniería israelíes habían aplanado el terreno que rodea al área y asfaltado caminos para los camiones.
“Hemos trabajado por meses en plena cooperación con (el ejército estadounidense) en este proyecto, facilitándolo, apoyándolo en todas las formas posibles”, dijo Shoshani. “Es altamente prioritario en nuestra operación”.
La ONU, Estados Unidos y grupos humanitarios internacionales señalan que Israel solo permite la entrada en Gaza de una fracción de las entregas normales de alimentos antes de la guerra desde que los ataques de Hamás contra Israel desencadenaron la guerra en octubre. Organismos de ayuda señalan que los alimentos están a punto de agotarse en el sur de Gaza, y que hay cada vez menos combustible, mientras que USAID y el Programa Mundial de Alimentos dicen que la hambruna se ha arraigado en el norte de Gaza.
Israel afirma que no pone límites a la entrada de ayuda humanitaria, y culpa a la ONU de los retrasos en la distribución de los bienes que entran en Gaza. La ONU dice que los combates, el fuego israelí y las caóticas condiciones de seguridad han perjudicado la entrega. Bajo la presión de Estados Unidos, Israel abrió en semanas recientes un par de cruces para entregar ayuda en el norte de Gaza, y dijo que una serie de ataques de Hamás contra Kerem Shalom, que es el cruce principal, ha interrumpido el flujo de bienes.
El primer buque cargado con alimentos salió de Chipre la semana pasada, y el cargamento fue transferido a un buque militar estadounidense, el Roy P. Benavidez, ubicado frente a la costa de Gaza.
La instalación del muelle flotante a varios kilómetros (millas) de la costa, que ya está anclado a la misma, y de un paso elevado, se retrasó cerca de dos semanas debido al mal clima que hizo que las condiciones fueran demasiado peligrosas.
Líderes militares han dicho que la entrega de ayuda comenzará lentamente para garantizar que el sistema funcione. Dichas entregas iniciarán con cerca de 90 camiones de ayuda al día a través de la ruta marítima, y que el número aumentará pronto a cerca de 150 al día. Sin embargo, las agencias humanitarias dicen que esto no basta para evitar la hambruna en Gaza, y que debe ser solo una parte de un esfuerzo más amplio de Israel para abrir corredores en tierra.
Debido a que la ayuda necesaria podría entrar por los cruces por tierra si las autoridades israelíes lo permitieran, la ruta de muelle y mar construida por Estados Unidos “es una solución para un problema que no existe”, dijo Scott Paul, director asociado de la organización humanitaria Oxfam.
En la nueva ruta marítima, la ayuda humanitaria se deposita en Chipre, donde se somete a una inspección y a revisiones de seguridad en el puerto de Larnaca. Después, se carga en barcos y se traslada por unos 320 kilómetros (200 millas) hacia el enorme muelle flotante construido por el ejército estadounidense frente a la costa de Gaza.
En el lugar, las plataformas se cargan en camiones que se colocan en botes más pequeños del ejército y se envían varios kilómetros (millas) al paso elevado anclado a la playa. Los camiones, conducidos por personal de otro país, recorrerán la carretera elevada hacia un área segura en tierra, donde comenzarán a descargar la ayuda antes de dar vuelta y regresar a los botes.
Varios grupos de ayuda recogerán los suministros para su distribución en la costa.
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Los periodistas de The Associated Press Jon Gambrell en Dubái, Emiratos Árabes Unidos; Julia Frankel en Tel Aviv, Israel, y Tara Copp en Washington, contribuyeron a este despacho.
FUENTE: Associated Press