America TeVé ha confirmado que la espía castrista Ana Belén Montes saldrá este domingo 8 de enero del Centro Médico Federal (FMC) Carswell, en Forth Worth, Texas. La información fue proporcionada a nuestro medio por Donald Murphy, funcionario del Buró Federal de Prisiones.
“Podemos confirmar que Ana Belén Montes permanece encarcelada en estos momentos en el Federal Medical Center (FMC) Carswell, y que su salida está programada para el 8 de enero de 2023”, dijo Murphy.
Por motivos de privacidad y de seguridad, según el mismo funcionario, el Buró de Prisiones (BOP) no discute las condiciones del confinamiento de Belén Montes,, incluyendo su estado de salud ni los planes para su liberación. “Aunque no autorizamos acceso a las instalaciones del Federal Medical Center (FMC) Carswell para filmar o tomar fotografías, los medios pueden filmar (su salida) desde las vías públicas cercanas”, añadió Murphy. America TeVé ha pedido a altas instancias del gobierno de Estados Unidos que den sus opiniones sobre esta liberación.
Belén Montes, de 65 años y ex analista de Inteligencia del Pentágono, fue condenada a 25 años en 2002 por espiar para la dictadura castrista. A pesar de su liberación, Montes aún deberá cumplir otro lustro de libertad supervisada, según registros del departamento federal de prisiones.
Nacida en Alemania, hija de puertorriqueños, esta mujer estuvo unos 17 años pasándole información altamente secreta al régimen cubano, además de influir con sus informes como analista del Departamento de Defensa, en la política de Washington a La Habana.
Buró de Prisiones confirma a América TeVé liberación de espía castrista Ana Belén Montes
Uno de sus documentos circuló por el Congreso y trataba de convencer a los legisladores que Cuba no representaba un peligro de seguridad nacional para Estados Unidos.
La espía fue arrestada el 21 de septiembre de 2001, diez días después de los ataques terroristas a Nueva York y Washington.
Fue reclutada por la Inteligencia cubana en 1984, cuando trabajaba en el Departamento de Justicia en Washington y un año después, pasó a la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA) del Pentágono, posición desde la cual comenzó a enviar información clasificada a La Habana.
Por el alto nivel del cargo que ocupaba dentro de la DIA y el volumen de secretos que filtró, es considerada la espía del régimen más dañina desde que se instauró la dictadura de Fidel Castro en 1959.
En el 2002 aceptó un acuerdo de culpabilidad para evitar la pena de muerte que buscaban los fiscales y fue condenada a 25 años de cárcel, sanción que está a punto de expirar, dadas las particularidades de los tiempos penales.
Sus familiares han repudiado sus acciones y han expresado públicamente que no quieren saber de ella, mientras que la dictadura, al no ser ciudadana cubana, no han desarrollado campañas propagandísticas en pro de su liberación, como ocurrió en otros casos de espías convictos.
En su extraordinario libro True Believer: Inside the Investigation and Capture of Ana Montes, Cuba's Master Spy, el oficial de seguridad y contraespionaje de la Agencia de Inteligencia del Pentágono Scott Carmichael detalla las actividades y motivaciones de Montes que la llevaron a espiar para la dictadura cubana.