Diez días después del atropello múltiple en La Habana que conmocionó a la población, la Fiscalía General de la República reveló finalmente la identidad del principal sospechoso, tras un silencio oficial que generó fuertes críticas y rumores en la sociedad civil cubana.
En una nota divulgada el jueves 4 de septiembre, la Fiscalía informó que el ciudadano italiano Mario Pontolillo, de 56 años y residente permanente en Cuba, es el imputado por el “deliberado atropellamiento de personas con el auto que conducía”.
Según el comunicado, Pontolillo permanece bajo prisión provisional y con prohibición de salida del país, mientras avanza el proceso penal por asesinato y otros delitos.
De acuerdo con datos publicados en sus redes sociales, Pontolillo es natural de Roma, ex policía en Italia y aficionado al fisiculturismo. Actualmente reside en la provincia de Cienfuegos.
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Los hechos del 25 de agosto
La Fiscalía señaló que en la madrugada del 25 de agosto, el acusado habría arrollado a varias personas en calles de Centro Habana y Habana Vieja, causando la muerte de Mairovis Valier Heredia, de 34 años, y dejando heridos a otros ocho transeúntes. La víctima mortal dejó tres hijos menores, y su familia ha exigido justicia en redes sociales frente al prolongado silencio de las autoridades.
El órgano judicial aseguró que se realizan diligencias para reunir pruebas y que ejercerá la acción penal “con solicitud de sanciones en correspondencia con la gravedad de los hechos”, garantizando, según afirman, el respeto al debido proceso.
Rumores, desmentidos y presión social
El anuncio llega en medio de una oleada de especulaciones, ya que el empresario italiano Berto Savina había sido señalado en medios independientes como posible responsable. Su hijo, Gianluca Savina, envió un correo al periodista Rolando Nápoles desde Miami negando cualquier vínculo de su padre con el hecho, asegurando que regresó a Italia el 19 de agosto, días antes del accidente.
También el vocero oficialista Humberto López insistió en que Savina no tenía relación con el caso, aunque evitó aportar detalles sobre la investigación en curso.
Sospechas de encubrimiento
La demora en dar a conocer el nombre del imputado alimentó sospechas de un posible encubrimiento oficial, especialmente debido a los vínculos que Pontolillo y Savina mantienen con círculos cercanos al poder en Cuba. Varias voces dentro y fuera de la isla advierten que, cuando los acusados tienen relación con la élite del régimen, los órganos de investigación suelen manejar los casos con opacidad y discreción extrema.
El caso, que ha provocado indignación y temor entre los habaneros, se ha convertido en un nuevo ejemplo de la falta de transparencia judicial en Cuba y del cuestionamiento creciente hacia la forma en que el régimen maneja crímenes que involucran a extranjeros o allegados a su cúpula de poder.