Esta vez, el de arrendarle vehículos estatales a privados para el transporte público, un experimento que no pudo frenar el alza de precios en este servicio.
Para continuar, suscribite a americateve. Si ya sos un usuario suscripto, iniciá sesión.
SUSCRIBITEEl régimen cubano tiene que reconocer el fracaso de otro de sus tantos experimentos frustrados
Esta vez, el de arrendarle vehículos estatales a privados para el transporte público, un experimento que no pudo frenar el alza de precios en este servicio.
Así lo reconocen, por ejemplo, las principales autoridades en la oriental provincia de Las Tunas.
Es que ni trasladándole al sector privado la papa caliente de la solución del crítico transporte público en Cuba, el régimen ha podido garantizar la estabilidad de este servicio.
Según autoridades de este sector, han arrendado a particulares más de mil vehículos que las empresas estatales tenían subutilizados, para ser usados ahora en actividades de producción o servicio.
Por otro lado, también sigue haciendo agua en la transportación pública el otro experimento del régimen de hacer que los carros estatales paren ante inspectores para llevar a pasajeros que esperan horas por una guagua.
Así ocurre, por ejemplo, en Santiago de Cuba, donde ese llamado transporte solidario parece dar más dolores de cabeza, que soluciones.
A la reciclada crisis con el combustible, la paralización y el deterioro de muchos vehículos por la escasez de piezas de repuesto y financiamiento para repararlos, el transporte en Cuba también vive continuos accidentes de tránsito, ahora igual, en medio de los apagones que afectan los semáforos.
El más reciente de ellos, el tercero reportado por la prensa oficialista en los últimos cinco días, ocurrió en Camajuaní, Villa Clara, donde una persona murió y 26 resultaron heridas por un choque entre un auto y un ómnibus de turismo de Transgaviota.
Suscribite a nuestro Newsletter