El jefe de la Misión Diplomática de Estados Unidos en Cuba, Mike Hammer, realizó recientemente un viaje a Varadero junto a su familia, donde aprovechó para reunirse con ciudadanos comunes y, según denunció, fue blanco de un nuevo intento de montaje por parte de las autoridades cubanas.
"Sigo recorriendo Cuba, en este caso Varadero, donde quiero seguir conociendo a cubanos de a pie, pero resulta que, como los Ladas, esto está lleno de rusos por todos lados", bromeó Hammer en un video publicado en la página de Facebook de la Embajada de EE. UU. en La Habana.
El diplomático relató que, durante su paseo por la famosa playa, se le acercó una pareja de adultos mayores para criticar las políticas de Washington hacia la isla. "Bueno, es su derecho, ¿no?", comentó Hammer. Sin embargo, aseguró que casi de inmediato apareció una persona grabando la escena, lo que consideró un indicio de que podría tratarse de un montaje planificado para desacreditarlo. "No sé si estaría montado, ustedes sabrán mejor que yo", ironizó.
Esta no es la primera vez que Hammer denuncia este tipo de tácticas. En las últimas semanas, el funcionario ha visitado varias localidades del país —incluyendo Bejucal, Artemisa y San Antonio de los Baños, conocido por ser la cuna de las protestas del 11J— donde se ha reunido con ancianos en hogares administrados por la Iglesia Católica, voluntarios que brindan alimentos a personas vulnerables y jóvenes que participan en actividades comunitarias.
Sus encuentros con familias, activistas y opositores han generado incomodidad en el oficialismo cubano. El viceministro de Relaciones Exteriores, Carlos Fernández de Cossío, lo acusó públicamente de mantener una "conducta injerencista" y advirtió que podría ser declarado persona non grata si insiste en lo que calificó como actos provocativos. En declaraciones a la agencia EFE, Fernández de Cossío incluso lo describió como un "espantapájaros" que supuestamente busca "alejar a la gente" y generar ruido mediático.
Pese a las amenazas, Hammer ha reiterado su intención de mantener contacto directo con la población y de promover valores democráticos, religiosos y humanitarios en la isla. "Encuentros simpáticos y valiosos que refuerzan la importancia de conectar directamente con la gente", ha destacado en sus redes sociales.
Desde Washington, el Departamento de Estado respalda plenamente su trabajo y ha rechazado las acusaciones del gobierno cubano, calificándolas como un intento de silenciar cualquier esfuerzo por visibilizar la realidad social de la isla.
Contexto: ¿Por qué incomoda Hammer al régimen?
El régimen cubano sostiene que las visitas de Hammer a comunidades y su diálogo con opositores buscan generar impacto mediático y debilitar la narrativa oficial. El diplomático, sin embargo, insiste en que su labor se basa en escuchar a los cubanos, apoyar proyectos humanitarios y reforzar los lazos con la sociedad civil, en un contexto de tensiones políticas que siguen marcando la relación entre La Habana y Washington.
Mientras tanto, Hammer continúa recorriendo la isla, asegurando que, a pesar de los intentos de entorpecer su trabajo, seguirá promoviendo encuentros con cubanos de todas las generaciones y sectores.