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SUSCRIBITELa contracción es más severa en turistas extranjeros, con un desplome notable de mercados como Rusia y Canadá, mientras que la ocupación hotelera y las pernoctaciones continúan disminuyendo
El sector turístico cubano sigue sin levantar cabeza. Según cifras preliminares de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), Cuba recibió apenas 1.171.228 viajeros entre enero y mayo de 2025, lo que equivale al 79,4 % del total registrado en el mismo período de 2024. En términos absolutos, significa una pérdida de 303.299 visitantes, consolidando una caída del 20,6 % respecto al año anterior.
El retroceso es todavía más grave si se analizan únicamente los visitantes internacionales. En lo que va de 2025, solo 862.343 turistas extranjeros llegaron a la isla, un desplome del 26,6 % frente a 2024, cuando se registraron 1.174.562. Esta reducción equivale a 312.219 visitantes menos provenientes del exterior, segmento clave para la generación de divisas.
Si se toma como referencia el gasto promedio por turista estimado en 500 dólares en 2022, la contracción en la llegada de visitantes internacionales se traduce en una pérdida de ingresos cercana a los 156 millones de dólares, golpeando directamente a la economía controlada en gran parte por el Grupo de Administración Empresarial S.A. (GAESA), bajo poder de los militares.
Mercados clave en retroceso
Los datos muestran un colapso generalizado en los principales mercados emisores de turistas hacia Cuba. Rusia, que se había convertido en un pilar clave para la recuperación del sector, registra una caída del 45,6 %, pasando de 102.756 visitantes en 2024 a solo 56.089 este año.
Canadá, históricamente el principal mercado del turismo cubano, también muestra una fuerte contracción del 28,5 %, al pasar de 541.851 visitantes a 387.404.
La comunidad cubana en el exterior, otra fuente importante de ingresos para el turismo, retrocedió un 22,6 %, mientras que los viajeros desde Estados Unidos disminuyeron casi un 20 %, cayendo a 57.177 llegadas.
En Europa, la tendencia también es negativa: Alemania muestra una baja del 33 %, Francia del 26,8 %, e Italia del 25,7 %. Solo mercados como Argentina y México reportaron retrocesos menores al 10 %.
Muy lejos de la recuperación prepandemia
La magnitud del desplome resulta aún más evidente si se compara con los niveles previos a la pandemia. Entre enero y mayo de 2018, Cuba recibió cerca de 2,5 millones de turistas internacionales; en 2019, la cifra fue de 2,2 millones. Hoy, con apenas 862.343 visitantes extranjeros, la caída supera el 60 % respecto a 2018.
Esta contracción confirma que la crisis del turismo en Cuba no es circunstancial, sino estructural. La ocupación hotelera en el primer trimestre fue de solo 24,1 %, dejando más del 75 % de la capacidad instalada sin uso, incluso en temporada alta.
Las pernoctaciones bajaron de más de 5 millones a 3,6 millones, y los ingresos totales se desplomaron un 21,5 %, según los datos oficiales.
Incluso la cadena hotelera Meliá, con fuerte presencia en la isla, reportó una caída del 20,8 % en ingresos por habitación disponible y una ocupación promedio de 40,5 %, muy por debajo de otros destinos del Caribe.
Persisten las inversiones cuestionadas
A pesar del derrumbe, el gobierno cubano mantiene su estrategia de seguir construyendo hoteles y ampliando infraestructuras turísticas. Esta política ha sido criticada por economistas como Pedro Monreal, quien advierte que la realidad contradice el discurso oficial de recuperación. “El turismo internacional no ocupó ni una cuarta parte de la capacidad hotelera en el primer trimestre. Es un resultado peor que en 2024 y demuestra la falta de ajuste del modelo”, señaló.
Para 2025, el régimen se había planteado recibir 2,6 millones de turistas internacionales, pero tras cinco meses apenas ha logrado el 33,2 % de esa meta, dejando entrever que, como ocurrió en 2024, la isla se quedará muy por debajo de su objetivo.
Problemas como la inflación descontrolada, la inseguridad, la escasez de vuelos, los apagones frecuentes, la falta de alimentos y medicinas y la crisis de los servicios básicos restan competitividad a Cuba frente a otros destinos caribeños como República Dominicana o Cancún.
Sin señales de cambio
Mientras los indicadores confirman la fragilidad del sector, crecen las dudas sobre la sostenibilidad de un modelo económico altamente dependiente de un turismo que, hoy por hoy, no muestra señales reales de recuperación. Con menos visitantes, hoteles semivacíos y millones de dólares perdidos, la crisis del turismo cubano se profundiza y su salida se vislumbra cada vez más lejana.
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