Más de 173.000 personas en Cuba no disponen de sistemas adecuados para la eliminación de aguas residuales y excretas, según datos publicados este jueves. Esta situación refleja las deficiencias en la infraestructura de saneamiento en la isla, lo que representa un riesgo para la salud pública y el medio ambiente.
La carencia de sistemas de saneamiento adecuados afecta tanto a zonas urbanas como rurales, y se suma a otros problemas relacionados con el acceso al agua potable y la gestión de residuos. Las autoridades han reconocido la necesidad de mejorar estas condiciones, pero las limitaciones económicas y el deterioro de las infraestructuras existentes dificultan la implementación de soluciones efectivas.
Organizaciones internacionales han instado al gobierno cubano a priorizar inversiones en infraestructura sanitaria para garantizar condiciones de vida dignas y prevenir enfermedades relacionadas con la falta de saneamiento.