Ni las ferias agropecuarias que el régimen organiza en la isla este fin de año se salvan de dos los grandes males cotidianos que sufren cada día los cubanos: los altos precios y las largas filas.
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SUSCRIBITENi las ferias agropecuarias que el régimen organiza en la isla este fin de año se salvan de dos los grandes males cotidianos que sufren cada día los cubanos: los altos precios y las largas filas.
En Las Tunas, por ejemplo, autoridades locales advirtieron que como no podían garantizar que todos los que fueran a la feria agropecuaria podrían comprar carne de res y de cerdo, les pidió que fueran con la libreta de racionamiento, aunque esas ferias son de oferta y demanda.
Es que el panorama de los cubanos para intentar tener una cena este fin de año.
Nada ha cambiado de lo que enfrentó una mayoría en la reciente Nochebuena, pese a la propaganda triunfalista del régimen que les promete un supuesto mejor 2023, algo que muchos dudan de esa prometida recuperación.
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