Al revisar transcripciones del intercambio entre los pilotos y la base aérea del régimen castrista el 24 de febrero de 1996, día en que asesinaron a cuatro tripulantes de las avionetas derribadas de Hermanos al Rescate, todo indica que el teniente coronel Luis Raúl González-Pardo Rodríguez, quien entró con Parole y vive en EEUU, salió dispuesto a tumbar la única avioneta que aquel sábado escapó de la masacre.