El rapero y preso político cubano Maykel Castillo Pérez, conocido como Maykel Osorbo, ha sido trasladado a la prisión de Kilo 8 en Camagüey, donde se le ha notificado la apertura de un nuevo proceso penal con cargos aún no revelados a su familia ni allegados. Esta acción intensifica el hostigamiento legal en su contra, según informó la activista Anamely Ramos vía redes sociales.
Desde su detención en mayo de 2021, Osorbo ha enfrentado diversas represalias y condiciones degradantes. Organizaciones de derechos humanos, como Amnistía Internacional y el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria de la ONU, lo han declarado prisionero de conciencia y exigido su liberación, denunciando violaciones a sus derechos fundamentales.
Además, su situación ha desatado preocupación nacional e internacional. El riesgo de sufrir daños físicos y psicológicos ha llevado a grupos como Cuba Decide, Amnistía Internacional y la congresista María Elvira Salazar a responsabilizar al régimen cubano por posibles consecuencias irreversibles, especialmente ante el traslado a una prisión más remota.
Este nuevo proceso represivo parece parte de una estrategia del gobierno para silenciar y quebrar a quienes ejerzan una crítica activa al sistema, en especial artistas y activistas simbólicos del Movimiento San Isidro, como Osorbo, cuya canción “Patria y Vida” se ha convertido en un himno de la protesta.