Díaz-Canel advierte sobre sanciones al sector privado
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SUSCRIBITEEl régimen cubano endurece el control sobre el sector privado: Díaz-Canel advierte que cerrará negocios que excedan su plan eléctrico, incluso si pagan
Díaz-Canel advierte sobre sanciones al sector privado
El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel volvió a lanzar duras advertencias contra los emprendedores y mipymes del país, al asegurar que los negocios privados que no cumplan los planes de consumo eléctrico serán cerrados, incluso si sus propietarios pueden pagar la factura.
“No se puede permitir el derroche, aunque puedan pagar la electricidad. El lugar que incumpla su plan se cierra”, afirmó Díaz-Canel durante una reunión sobre los problemas críticos de La Habana, según la cuenta oficial de la Presidencia de Cuba en X (antes Twitter).
El mandatario dirige un “operativo de apoyo” en la capital enfocado en la recolección de basura, el abastecimiento de agua y el suministro eléctrico, tres áreas que reflejan el deterioro de los servicios públicos y el creciente malestar social que ha derivado en protestas.
Crisis energética y presión sobre las mipymes
Las declaraciones se producen en medio de una de las peores crisis energéticas en décadas, marcada por apagones diarios, escasez de combustible y aumentos en las tarifas eléctricas.
En noviembre de 2024, el gobierno aprobó el Decreto 110/2024, que obliga a las mipymes cubanas y otros actores económicos a generar al menos el 50 % de la energía que consumen a partir de 2028.
Las sanciones por incumplir estas normas incluyen multas de hasta 20,000 pesos y la suspensión del servicio eléctrico por 72 horas.
Mientras tanto, los emprendedores denuncian pérdidas de alimentos, equipos dañados y costos impagables de combustible en MLC para operar generadores eléctricos.
“Suben las tarifas, te racionan el combustible, te multan y te funden a apagones… y si logras pagar, te cierran el negocio”, escribió un usuario en redes sociales, reflejando el sentir generalizado del sector privado.
Electricidad dolarizada y apagones constantes
Aunque el régimen ha prorrogado la exención arancelaria para importar plantas eléctricas y paneles solares hasta 2026, el impacto es limitado.
El combustible solo se vende en moneda libremente convertible (MLC) y con restricciones de distribución, lo que hace imposible sostener las operaciones.
Además, las tarifas eléctricas aumentaron un 25 % en 2024 para los consumidores que superen los 500 kWh mensuales. Aun así, los apagones de más de 20 horas diarias afectan a varias provincias, dejando sin producción ni refrigeración a muchos negocios privados.
El recelo del poder hacia la iniciativa privada
Pese a que el Estado reconoce oficialmente al sector privado como un “pilar del ordenamiento económico”, la política hacia las mipymes sigue marcada por la desconfianza y el control ideológico.
Desde su legalización en 2021, las mipymes cubanas han generado más del 31 % del empleo y el 55 % del comercio minorista, según datos citados por el economista Luis Flores en CiberCuba.
Sin embargo, su crecimiento despierta temor en el régimen, que teme perder control político sobre una economía cada vez más descentralizada.
Las constantes inspecciones, multas, decomisos arbitrarios y cambios regulatorios mantienen a los emprendedores en inseguridad jurídica permanente, dependientes de permisos y autorizaciones discrecionales.
La paradoja cubana: el Estado contra su propio motor económico
El gobierno necesita al sector privado para sostener la economía, pero al mismo tiempo lo reprime y restringe.
Mientras las empresas estatales continúan en crisis, las mipymes son quienes generan empleo, abastecen mercados y mantienen viva parte del aparato productivo.
El economista Luis Flores lo resume así:
“La empresa socialista reparte miseria, mientras las mipymes generan empleo y dinamismo. La transición hacia una economía de mercado es inevitable y urgente”.
Aun así, el Partido Comunista teme que esa autonomía económica se traduzca en autonomía política, por lo que insiste en retóricas de “igualdad socialista” mientras aumenta la desigualdad real entre quienes tienen acceso a divisas y quienes dependen del salario estatal.
Conclusión: pagar no garantiza encender la luz
Mientras el gobierno intensifica la vigilancia sobre el consumo eléctrico, el déficit nacional supera los 1,800 megavatios y decenas de unidades generadoras permanecen fuera de servicio.
En Cuba, ni siquiera poder pagar la luz garantiza tener electricidad.
Y aunque la transición hacia una economía de mercado parezca una herejía ideológica, cada emprendedor que sobrevive a los apagones, las multas y los controles demuestra que ese cambio ya está ocurriendo —desde abajo y a contracorriente—.
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