El presidente del consorcio biofarmacéutico estatal cubano BioCubaFarma, Eduardo Martínez Díaz, reconoció que el retraso en obtener la certificación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para las vacunas contra el Covid-19 desarrolladas en la isla es completa responsabilidad de esa entidad.
Martínez admitió que hubiese preferido que la autorización de la OMS llegase antes, pero aseguró que el retraso se debió a una decisión de las autoridades cubanas, que habrían dado prioridad a la fabricación masiva de las vacunas, de acuerdo con un despacho de la agencia española EFE.
El funcionario defendió esa estrategia, que según dijo, tuvo un impacto significativo en el control de la pandemia en Cuba y añadió que en el país se han producido ya más de 80 millones de dosis, de las que más de 70 han sido ya inoculadas en la isla y en otros países amigos, en referencia a los aliados políticos que las han usado.
Las autoridades cubanas han dado dos fechas desde septiembre de 2021 para iniciar el trámite de homologación de esos fármacos, que La Habana prometió en 2020 que serían la solución para los países pobres ante la pandemia.
A fines de enero, las autoridades habían anunciado que entregarían la documentación en la primera quincena de febrero. En septiembre de 2021 hicieron otro tanto.
Marzo fue la tercera fecha que ofrecieron para cumplir con el procedimiento, pero tampoco lo hicieron.
FUENTE: Redacción de www.americateve.com