El tope ya tiene la respuesta de comerciantes particulares de que ahora venderían su mercancía dentro de sus viviendas, lejos de la vista de las brigadas de funcionarios e inspectores que el régimen desplegará en esa provincia para intentar controlar los precios.
Además de la congelación de nuevos permisos para la venta de productos agrícolas, autoridades en Villa Clara anunciaron que desde este sábado 11 de marzo, con el nuevo tope de precio a 20 productos agrícolas con un margen de comercialización que no puede superar el 40 por ciento, el régimen contratará más estos productos a la estatal Acopio y a la empresa socialista agropecuaria que a privados, en otra muestra de cómo se aferra a su fracasado control de la producción y venta de los escasos alimentos en Cuba.
En su campaña de moda para intentar bajar los altos precios que tanto ahogan hoy al cubano, el régimen sigue responsabilizando sobre todo vendedores privados, a quienes acusa de especuladores.
Por ello, incluso en Villa Clara, también desde 11 de marzo el anuncia que prohíbe en las ferias agropecuarias que hace el régimen la venta mayorista de productos a estos comerciantes y amenaza con duras medidas de confiscación de mercancía y hasta su venta forzada en esa provincia a quienes violen el nuevo tope de precios.