El 10 de febrero de 2025, dos aviones de la aerolínea estatal Conviasa aterrizaron en el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar de Maiquetía, transportando a un grupo de 190 venezolanos deportados desde Estados Unidos. Este operativo se llevó a cabo como parte de un acuerdo reciente entre el régimen de Nicolás Maduro y la administración de Donald Trump, que busca regular el retorno de ciudadanos venezolanos que ingresaron ilegalmente a territorio estadounidense.
El ministro de Interior y Justicia, Diosdado Cabello, fue el encargado de recibir a los deportados, destacando que el gobierno venezolano, en conjunto con organismos internacionales como la Cruz Roja, garantizó la atención humanitaria a los retornados. Cabello enfatizó que este primer vuelo representa un paso en la cooperación entre ambos países en materia migratoria.
El acuerdo entre Caracas y Washington no solo contempla la deportación de migrantes venezolanos desde Estados Unidos, sino que también incluyó la liberación de seis ciudadanos estadounidenses que se encontraban detenidos en Venezuela. Por su parte, Nicolás Maduro calificó la operación como un "paso favorable y positivo" en la construcción de nuevas relaciones diplomáticas basadas en el respeto y el entendimiento.
Estados Unidos ha visto un aumento significativo en la migración venezolana en los últimos años, con miles de personas cruzando la frontera sur en busca de mejores oportunidades. La deportación de estos migrantes marca un giro en la política migratoria de ambos países y podría tener repercusiones en futuras negociaciones entre Washington y Caracas.
Se espera que en las próximas semanas continúen los vuelos de repatriación como parte del acuerdo bilateral, mientras organismos de derechos humanos siguen de cerca la situación de los migrantes retornados y las condiciones en las que serán reintegrados a la sociedad venezolana.