La semana pasada, la Administración de Joe Biden dio luz verde a un programa para acoger a 30.000 migrantes mensuales de Venezuela, Haití, Cuba y Nicaragua, expandiendo así uno por el que actualmente ya se concede a venezolanos por motivos humanitarios.
De forma paralela, Estados Unidos expulsará de inmediato a México a los migrantes de esos países que intenten cruzar a su territorio de manera irregular, y México, por su parte, aceptó admitir a 30.000 migrantes al mes que sean expulsados de territorio estadounidense.
Este jueves, unos 1.000 migrantes de países como Venezuela, Ecuador, Colombia, Haití, África, Honduras, Guatemala, El Salvador, Cuba y otras nacionalidades, recibieron agua y alimentos además de información de la ONG Haitian Bridge Alliace, quienes les comunicaron la nueva decisión del Gobierno de Estados Unidos con relación a la migración y el nuevo proceso migratorio.
“Seguiré de manera irregular, a pesar del riesgo, porque no veo, la esperanza para caminar de manera regular, no creo esperar el mes que tarde, porque la verdad, no estoy haciendo nada y no tengo empleo, y si me detiene la policía lo buscaré intentando hasta llegar a Estados Unidos“, expuso a EFE.
En tanto, Fredy Castillo, representante de esta ONG en la ciudad de Tapachula, fronteriza con Guatemala, detalló que la nueva política migratoria del Gobierno de los Estados Unidos, tiene su lado bueno y malo, hasta ahora puede ser un 50 % y 50 %.